10 pueblos del Reino Unido para una escapada al campo

Polperro es una comuna de la costa sur de Cornualles, construida alrededor de un pintoresco pueblo pesquero. Todavía hoy es posible ver todas las mañanas a los pescadores con la captura del día mientras paseas por Quay Road en dirección a la playa de Polperro. Este es uno de los destinos favoritos de los británicos que van en busca de playa, y es que puede presumir y presume de tener decenas de calas de arena accesibles a pie desde la comuna, todas conectadas por el sendero de la Costa Sudoeste (South West Coastal Path).

Para hacerte una idea de cómo era Polperro en sus orígenes, recorre sus callecitas estrechas y llenas de flores hasta llegar al museo patrimonial del puerto, el Harbour Heritage Museum. Luego, puedes parar a comer en un pub tradicional con vistas al puerto, como The Three Pilchards o The Blue Peter Inn.

Dunkeld es una localidad ribereña de Perth y Kinross dominada por la imponente figura de la catedral de Dunkeld, en la orilla norte del río Tay. Cualquier época del año es buena para admirar las preciosas casitas blanqueadas y las praderas de los alrededores. Aunque, si buscas hacer una buena foto, te encantará la vista del puente de cinco arcos de Dunkeld. También hay numerosas atracciones históricas que son testigos mudos del levantamiento jacobita del siglo XVIII, en el que la localidad de Dunkeld tuvo un papel clave.

Si viajas en familia, no querrás perderte una visita al Beatrix Potter Garden, un jardín con graciosas estatuas y setos espléndidos. Lo más aventureros también encontrarán planes de su agrado: pueden hacer kayak por el río Tay o participar en los Highland Games, una antigua competición de fuerza y resistencia que se celebra en la localidad todos los años, normalmente el último fin de semana de agosto.

Castle Combe es un pueblecito de postal de los montes Cotswold que ha cambiado muy poco a lo largo del tiempo. Los típicos cottages británicos con tejados de paja y las casitas de madera rodeadas de hiedra permiten hacerse una buena idea de cómo vivían los antiguos bretones. Sin duda, es un escenario de lo más romántico para aquellas parejas que busquen reservar una escapada lejos del mundo moderno.

Otra de las ventajas de Castle Combe es que, al ser tan pequeñito, puedes recorrerlo íntegramente a pie. Si solo tienes un día, te recomendamos que empieces por el "market cross" antes de visitar la iglesia de St Andrew de camino al río Bybrook. Con suerte, verás el mercadillo que en ocasiones se celebra a las afueras del pueblo. Cuando estés de vuelta, podrás curiosear por las tiendas de recuerdos y parar a tomar algo en un pub tradicional.

Pembrokeshire es un condado galés con un accidentado litoral salpicado de acantilados y calitas recónditas. Los senderistas, las personas que pasean a su perro y, en general, los amantes de la naturaleza se dan cita en este tramo apartado de la costa, que va desde la encantadora localidad de Tenby en el sur hasta la remota playa de Marloes Sands, más al este.

Otro de los puntos fuertes de Pembrokeshire son sus castillos y fortalezas. De entre todos los que encontrarás en la región, el castillo de Pembroke es de los más remarcables, ya que fue el lugar de nacimiento de Enrique VII, que acabó siendo rey de Inglaterra y el primer monarca de la dinastía Tudor. La localidad de Pembroke puede ser tu base de operaciones para visitar esta magnífica fortaleza y conocer los numerosos pueblecitos costeros de los alrededores.

Ashbourne, puerta de entrada al parque nacional del distrito de los Picos, es un destino muy frecuentado por excursionistas y amantes de la aventura. La mejor forma de conocer la localidad y las fantásticas formaciones de caliza de los alrededores es alquilar una bicicleta durante un día. Existe una ruta ciclista de 20 kilómetros llamada Tissington Trail que es asequible para cualquier persona con una condición física aceptable.

Dirígete hacia Dovedale, a pocos kilómetros de la localidad, para recorrer la sección del parque nacional que los vecinos de Ashbourne conocen como la "pequeña Suiza". La montaña Thorpe Cloud es especialmente bonita de ver en un día soleado. De nuevo en la localidad, aprovecha para curiosear por el mercado bisemanal de Ashbourne, en el que los artesanos de la zona venden sus productos. Ashbourne, con más de 200 edificios catalogados, tiene muchas cosas que ver. Una de ellas es la iglesia de St. Oswald, considerada uno de los templos con una sola torre más bonitos de Inglaterra.

Evershot es un pueblecito idílico rodeado de los prados ondulantes del condado de Dorset. En realidad, esta localidad bordeada por las aguas del río Frome está compuesta de unas pocas calles. En ellas encontrarás una antigua posta a la que el legendario autor Thomas Hardy hace referencia en su novela clásica Tess, la de los d'Urberville. De hecho, en todo el pueblo se respira una atmósfera muy del siglo XIX. Durante los días que pases en Evershot, podrás dar largos paseos por el campo, y visitar casas solariegas y palaciegas. Cuando te canses de tanto andar, acércate al Summer Lodge Country House Hotel & Restaurant para tomar el té de las 17:00, servido con leche y unos panecillos dulces típicos de la región.

En la vecina villa de Cerne Abbas puedes visitar el grabado del Gigante, una figura que sostiene un gran bastón de caza talada en una colina de tiza. Si buscas aventuras en familia, dirígete a The Dinosaur Museum, a unos pocos kilómetros del pueblo. Allí lo conocerás todo lo que hay que saber sobre los fósiles megalíticos encontrados en la zona.

Bourton-on-the-Water, conocida también como "la Venecia de los montes Cotswold" (¿por qué hay tantas Venecias en el mundo?), es una pintoresca localidad turística con numerosos pubs típicos, espacios verdes y tiendas de recuerdos. Se encuentra a solo seis kilómetros de Stow-on-the-Wold, localidad más conocida por ser el lugar donde se libró la batalla final de la Revolución inglesa del siglo XVII.

Date un paseo por The Model Village, una maqueta a escala 1:9 de la localidad que se hizo famosa en el videoclip de 2008 de la canción I'm Outta Time de Oasis. Luego, dirígete a The Dragonfly Maze, un laberinto que pondrá a prueba tu ingenio en el que tendrás que ir recopilando pistas para, finalmente, resolver el acertijo que encontrarás en el centro. Otro plan perfecto para familias es visitar Birdland, donde podréis pasear entre flamencos, grullas y pelícanos.

Cartmel lleva desde el siglo XII atrayendo a visitantes de todo tipo, ya sean peregrinos en busca de refugio o turistas que acuden a admirar la majestuosidad de la iglesia del pueblo. Las encantadoras boutiques y los pubs que encontrarás tanto en la plaza principal como repartidos por las estrechas callejuelas son otro motivo de peso para venir a Cartmel. Y eso por no hablar de la finca Holker Hall & Gardens: explora el elegante interior de la mansión y pasea a tu ritmo por los jardines que la rodean.

Cartmel también atrae a los comidistas más devotos del país, que vienen para probar su famoso pudin de tofe, así como sus quesos y cervezas artesanales. Y, si te quieres dar un homenaje, reserva en el restaurante L'Enclume, con dos estrellas Michelin. En cuanto a las actividades al aire libre, una de las favoritas es montar a caballo por las colinas y las playas de la zona. Si no, nada como un tranquilo paseo por la bahía de Morecambe.

Si te apetece vivir una aventura por las Tierras Altas, no hay nada como hacer un viaje a Plockton, en el norte de Escocia. Entre las muchas actividades que podrás realizar, se incluyen el kayak y la navegación a vela. También puedes reservar un viaje en barco para ver colonias de focas y, con un poco de suerte, hasta delfines. ¿Prefieres quedarte en tierra firme? ¡Ningún problema! Haz senderismo, alquila una bicicleta o sal con tus prismáticos a avistar aves.

Plockton también se ha convertido en un punto de referencia para los artistas de la región. Por ello, encontrarás varias galerías en el pueblo en las que se exhiben obras de pintores de la zona. Por otro lado, de las aguas del Atlántico Norte sale uno de los mejores mariscos de toda Gran Bretaña, que podrás disfrutar en varios restaurantes del centro del pueblo. Para una velada perfecta, reserva en The Plockton Hotel: buena comida y unas vistas al mar que te enamorarán.

Kettlewell es uno de los rincones del parque nacional de Yorkshire Dales que más gusta a los senderistas, así como un pueblo encantador que ha sabido conservar el espíritu de antaño. Sus pubs y cafeterías son ideales para probar las especialidades de la zona y reponer fuerzas después de una buena caminata por Yorkshire Dales. La pesca de fondo y la pesca con mosca también son actividades muy populares dada la ubicación de Kettlewell, en un afluente del río Wharfe.

En agosto, Kettlewell celebra el Scarecrow Festival, una fiesta anual en la que los granjeros de la zona y sus familias presumen de espantapájaros ante todo el pueblo.