11 cosas que hacer en Ciudad de México

El Museo Nacional de Antropología es verdaderamente impresionante. Su tamaño, superior al de cualquier otra edificación cercana, te dejará con la boca abierta. Las distintas salas ofrecen mucho más de lo que da tiempo a ver en una sola visita, pero no puedes perdértelo, sobre todo si es tu primera vez en la ciudad. Te recomendamos que consultes antes el sitio web para ver qué exposiciones hay en esos momentos y elegir tus favoritas. Encontrarás de todo: desde la vida en el México precolombino hasta la sociedad actual. Cerca de la entrada del museo y con un intervalo de media hora, miembros del pueblo indígena de los totonacas realizan el rito de los "voladores" desde un poste de 20 metros de altura.

Conocido también como la Casa Azul, el Museo Frida Kahlo es un edificio de paredes azules que acoge exposiciones sobre la vida y el trabajo de esta pintora de fama mundial. La construcción es también la antigua residencia que ocuparon ella y su célebre amante Diego Rivera. Aquí creció Kahlo y, posteriormente, también murió. Situado en el frondoso barrio de Coyoacán, el museo logra capturar la esencia de esta emblemática artista a través de las obras más reflexivas y complejas de la artista y de Rivera. Te recomendamos comprar las entradas con antelación, ya que las colas en taquilla pueden ser interminables.

El Castillo de Chapultepec toma su nombre del término náhuatl chapoltepēc, que significa "en la colina del saltamontes". Los aztecas lo consideraban un cerro sagrado, lo cual no te sorprenderá cuando contemples las espectaculares vistas del entorno y la ciudad desde allí. La antigua residencia real aún conserva su aire regio gracias a los impecables jardines y a un interior profusamente decorado. Aquí encontrarás objetos históricos expuestos en orden cronológico para que puedas conocer la larga trayectoria del castillo y sus residentes. En las últimas décadas, también se ha convertido en una de las localizaciones más deseadas de los directores de cine: lo habrás visto, por ejemplo, en Romeo + Julieta, de Baz Luhrmann, y en Vera Cruz, de Robert Aldrich.

La Lagunilla es un mercado público tradicional al aire libre a pocos metros al norte de la plaza principal de la ciudad. Se trata de uno de los mercadillos más célebres de la capital, por lo que aquí encontrarás excelentes artistas, comerciantes y proveedores de antigüedades con piezas únicas llenas de encanto retro y nostalgia. Se celebra solo los domingos, así que apúntalo en la agenda y regálate algún capricho de otra época al estilo mexicano. El mercado es, además, un evento cultural al que acuden numerosos jóvenes mexicanos y extranjeros en busca de gangas. Eso sí, dado que suele estar abarrotado, presta siempre atención porque no es raro que haya carteristas entre la multitud. Aprovecha que estás allí para probar la michelada: una cerveza barata mexicana que mezclan con zumo fresco de lima, Tabasco, Worcestershire y salsa de soja.

La estación de metro de Chilpancingo no es más que eso: una estación subterránea de la línea 9 del metro de Ciudad de México. Sin embargo, la salida que da a La Condesa está abarrotada de puestos de deliciosa comida para llevar muy populares, donde encontrarás todos los platos mexicanos que puedas imaginar. Prepárate para disfrutar de una experiencia sensorial abrumadora con los intensos aromas de los ingredientes que se cocinan al momento y el barullo de la gente y los vendedores a tu alrededor. Da igual lo que elijas, todo sabe genial y es calórico e increíblemente barato: normalmente unos 12 pesos por taco.

La Alameda Central constituye un respiro del bullicio de El Zócalo. Este parque lleva en la ciudad desde 1529, aunque en esa época acogía un mercado azteca. En la actualidad, es un lugar muy popular para los mexicanos de todas las edades, que acuden aquí para tumbarse al sol y desconectar de todo. En un extremo encontrarás el Palacio de Bellas Artes, un centro cultural con cúpulas de color naranja, y, en el otro, un buen número de cafeterías, tiendas y mezcalerías. Quizá te apetezca preparar un pícnic y disfrutarlo sobre una manta en los espacios de césped de este gigantesco parque o recorrer tranquilamente sus campos de lavanda. El lugar es especialmente bonito entre finales de marzo y principios de abril, cuando florecen las jacarandas.

Xochimilco es un animado barrio que se caracteriza por los famosos canales que los aztecas construyeron como sistema de transporte por agua. También es una aproximación muy fiel al aspecto que tenía el valle de México, donde se ubica la capital del país, antes de que llegaran los españoles. A 40 minutos en coche al sur de la ciudad, este amplio sistema de lagos y canales de aguas oscuras es una bonita muestra de embarcaciones coloridas parecidas a las góndolas y llamadas "trajineras". Puedes empezar la visita en el embarcadero Belem y montar en uno de los barcos para realizar un recorrido hasta las distintas islas artificiales. Esta atracción suele estar abarrotada, así que te recomendamos visitarla de lunes a viernes para evitar las multitudes.

El Zócalo es una plaza que constituye el corazón de la gigantesca zona del centro histórico de Ciudad de México. Detrás se eleva la soberbia catedral Metropolitana, con elementos arquitectónicos clásicos y fachadas espectaculares. Como núcleo de la vida en la ciudad, en esta explanada encontrarás siempre a gente charlando, por lo que se trata del lugar perfecto para observar a los mexicanos en su día a día. Estos están, además, muy orgullosos de tener una de las plazas más grandes de latinoamérica, lo que explica quizá que haya una enorme bandera nacional presidiendo el espacio. Aquí se suelen celebrar importantes eventos culturales y políticos, así que no sería de extrañar que tu visita coincidiera con alguno de ellos.

La Torre Latinoamericana, construida en 1965, se eleva a una altura de 204 metros. Se trata del edificio más alto de El Zócalo y es una de las características más definitorias del paisaje urbano de Ciudad de México. Para sus habitantes, este punto de referencia es un símbolo de la modernidad de la metrópoli. Desde el mirador de su cima podrás contemplar vistas de 360 grados. Si quieres disfrutar de un paisaje inolvidable, te recomendamos visitarla con la caída del sol. En el elegante bar y restaurante del piso situado justo debajo, podrás cenar y tomar una copa con las luces de la ciudad a tus pies.

La Avenida Álvaro Obregón es una larga vía en Roma Norte que empieza a animarse en torno a las 23:00 con la llegada de gente joven con ganas de marcha y de sumergirse en la atmósfera de cultura hípster que se propaga desde las calles de toda la zona. Uno de los locales imprescindibles es Romita Comedor, un invernadero de techo elevado y acristalado con una buena carta de cócteles bastante cargaditos. Eso sí, para disfrutarlos hay que reservar antes. Por su parte, en Félix sirven un margarita excelente y deliciosas minihamburguesas. No te marches sin probar los variados cócteles de mezcal, un clásico en casi todos los bares.

El Parque México es un amplio espacio urbano perfecto para dar un paseo matutino y disfrutar de una de las numerosas cafeterías de la zona. Está situado en La Condesa, una barriada repleta de calles arboladas, arquitectura art nouveau y establecimientos elegantes. Su aspecto es decididamente europeo, con cafeterías con terraza y avenidas bordeadas de árboles que invitan a caminar sin prisa. Un desayuno normal mexicano suele incluir huevos, que se cocinan y se sirven de distintas formas. Hay muchísimas variaciones para este alimento, pero en Maque y Fonda Garufa, ambos cerca del parque, los sirven de todas las formas imaginables. Si te apetece algo dulce, las dos cafeterías ofrecen también deliciosos pasteles.