Las 14 mejores playas de Italia

Su nombre podría hacer pensar que este lugar es un refugio para los animales a los que hace referencia, pero no: en esta apartada franja costera de cien metros de longitud no encontrarás conejos. En su lugar verás una espectacular bahía de arena dorada, de cuyas aguas azules emergen las tortugas bobas para anidar. Puedes llegar allí caminando durante unos 15 minutos desde las calles de la localidad por un sendero de piedra. Bordeada de acantilados rocosos de piedra caliza y bañada por aguas cristalinas, esta pequeña maravilla te dejará sin palabras.

Tropea es una playa situada bajo la pequeña localidad bizantina del mismo nombre, la cual ocupa la cima de un acantilado en la costa este de Calabria. Con una extensión aproximada de 350 metros de este a oeste, este tramo de litoral de arena blanca está bellamente enmarcado entre las tranquilas aguas azules del Tirreno y los elevados acantilados por los que asoman algunos de los edificios medievales más bellos de la ciudad, sobre todo, el santuario de Santa Maria dell'Isola, del siglo VI. Estarás en una franja costera con amplias zonas para tomar el sol y un mar muy sereno, perfecto para nadar y practicar el buceo de superficie. También encontrarás una excelente oferta de bares y opciones para practicar deportes acuáticos.

Stintino es una de las bellas ciudades costeras que adornan el extremo más septentrional de Cerdeña. Su principal playa, La Pelosa, ofrece unas vistas espectaculares del mar desde una franja de arena blanca y suave que se extiende a lo largo de 300 metros, bordeada de las inabarcables pero poco profundas aguas de color turquesa del Mediterráneo. En el horizonte más cercano verás el perfil de la isla Piana, algo más grande, así como una pequeña torre de vigilancia del siglo XVI similar a un castillo que se eleva en el pequeño islote de La Pelosa.

La cala Goloritze se esconde bajo los espectaculares muros de piedra caliza de la escarpada costa este de Cerdeña, una característica que subraya la belleza de este lugar, que sabe recompensar el esfuerzo de quienes bajan a visitarla con unas vistas inolvidables. El paisaje impresiona tanto como su origen, ya que se creó a partir de un deslizamiento de tierra en el año 1962. Comprobarás que estas rocas son muy populares entre los aficionados a la escalada. Entre las curiosas formaciones destacan uno de los picos kársticos, que se eleva unos 143 metros sobre la cala, y el arco natural cerca del lado norte de la bahía.

Atraviesa Villasimius, una bonita localidad costera del sudeste de Cerdeña, y llegarás a Capo Carbonara, una zona marina protegida repleta de biodiversidad, sobre todo en torno a sus praderas submarinas. El lugar es famoso por la laguna Stagno di Notteri, donde habitan flamencos migratorios. En los alrededores se encuentra también la playa de Porto Giunco, la guinda del pastel. Su larga franja de arena fina y blanca separa la laguna del mar Tirreno, y sus aguas poco profundas coronan un paisaje que quita el aliento.

La localidad costera de Sestri Levante en Liguria alberga dos bellas bahías. La más destacada es la que sus habitantes llaman del Silenzio. Se trata de una cala de arena adornada con pequeñas casas de colores que dan a las tranquilas aguas de la costa de Liguria. Los numerosos barcos que salpican la bahía subrayan el encanto de un paisaje que tiene como telón de fondo una colina cubierta de verde. Puedes llegar hasta aquí en tren desde la estación de Genova Brignole. El trayecto dura solo una hora.

Esta hermosa playa adorna la costa este de Cerdeña y se ubica junto a la famosa cala Goloritze, añadiendo aún más belleza a la cadena de preciosas calas que recorre la provincia de Baunei. Sin embargo, a diferencia de su vecina, más escarpada, la costa de guijarros de Mariolu se halla resguardada entre colinas de piedra caliza cubiertas de vegetación mediterránea de intenso color verde. El toque final a este paisaje extremadamente exótico lo añaden unas rocas que se elevan en mitad de las tranquilas aguas de color turquesa del Tirreno. Aquí podrás disfrutar de todo el sol que quieras, pero también puedes protegerte del calor en las sombras que proyectan los acantilados.

Favignana es la más grande de las tres islas Égadas, ubicadas en el sur de Italia a unos 18 kilómetros al oeste de la costa siciliana. Este rincón es famoso por la pesca de atún y su bello litoral, con aguas mediterráneas poco profundas que aquí adquieren un espectacular tono celeste. Una de las playas más populares es la cala Roja, un pequeño tramo de costa adornado con formaciones de piedra caliza. Para llegar hasta ella, deberás bajar por un sendero a pie o en bici. El ejercicio merece la pena, porque este lugar bello y sereno es de los que no se olvidan.

La costa de Maria Pia, en Sácer, atrae a numerosos aficionados al mar que eligen este rincón del noroeste de Cerdeña por su entorno natural que emana serenidad. Se encuentra a tan solo diez minutos en coche del centro histórico de Alguer en dirección norte. Este tramo de arena suave y blanca se extiende a lo largo de más de 1 kilómetro junto a las tranquilas aguas azules y poco profundas del Tirreno. Más de la mitad de la costa está cubierta de bellas dunas y algunos pinos completan el entorno. El lugar es fácilmente accesible y cuenta con pasarelas de madera.

La Marina Piccola de Capri, escenario de mitos y leyendas, es la viva imagen de una idílica localidad italiana junto al mar. Según se cuenta, fue aquí donde las seductoras sirenas hipnotizaron con sus cantos a Ulises y su tripulación. Dejando a un lado la fantasía, esta cala de guijarros enamora por los bellos tonos azules de unas aguas perfectas para un baño mañanero y para salir en barco e imaginar algunos de los pasajes que describía Homero. Debido a su gran encanto, en verano suele ponerse hasta la bandera.

Esta playa de arena blanca y fina es la principal atracción de la pequeña localidad costera homónima, en la costa noroeste de Sicilia. San Vito Lo Capo se encuentra protegida en una bahía con arena de tonos tierra ligeramente pálidos. El monte Monaco, una gigantesca montaña rocosa, domina el paisaje en dirección este, y las aguas tranquilas y poco profundas del Mediterráneo, ideales para nadar y jugar, lo convierten en un rincón muy familiar.

Los aficionados al bronceado suelen acudir a Mondello, una localidad vecina de la capital siciliana de Palermo y de sus numerosos edificios históricos del siglo XII. La playa consiste en un largo tramo de arena fina y ofrece todo lo que se puede esperar de un destino vacacional: una excelente oferta de actividades, olas de color celeste y una selección de restaurantes y bares en los que terminar un día perfecto junto al mar. El perfil escarpado de las montañas de la zona conforma el hermoso telón de fondo de este bello rincón. Si vas en verano, encontrarás la playa bastante concurrida.

La playa de Is Arutas es un lugar perfecto para pasear junto al mar gracias a su peculiar arena, de textura gruesa, con minúsculos granos de cuarzo. Esta franja de litoral se extiende de norte a sur en la costa oeste de Cerdeña, a lo largo de medio kilómetro entre dos acantilados rocosos. Las aguas del Mediterráneo son aquí poco profundas y ocultan un lecho marino rocoso único, lo que la convierte en el rincón perfecto para nadar y practicar buceo de superficie en sus distintas piscinas naturales.

La Costa Amalfitana es un paisaje declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y, entre las localidades que la integran, destaca especialmente Positano, un pequeño pueblo con hermosas casitas de colores, que cubren las laderas de una montaña junto a las bellas aguas del Tirreno. Cuando lo visites entenderás cómo ha conseguido enamorar a tantísimas personas, incluidas celebridades internacionales como Mick Jagger y Keith Richards, quienes escribieron aquí una de las canciones de los Rolling Stones. Bajando por las empinadas calles de la aldea llegarás a la costa guijarrosa de Marina Grande, donde podrás tomar el sol, bañarte en sus tranquilas aguas de color turquesa o, sencillamente, disfrutar de las vistas desde una de las cafeterías de la zona.