Los 10 castillos más bonitos de Italia

El castillo Sforzesco, apodado Sforza, es una ciudadela del siglo XV que se asienta en pleno corazón de Milán. Esta construcción renacentista contigua al parque Sempione alberga nueve museos dedicados a temas diversos, como el arte antiguo, los instrumentos musicales, las antigüedades egipcias y las artes aplicadas, entre otros. En estos museos destacan la última escultura de Miguel Ángel y el manuscrito Codex Trivulzianus de Leonardo da Vinci. Gracias a la céntrica ubicación de la ciudadela, tendrás a tu disposición múltiples opciones gastronómicas a poca distancia a pie.

El castillo Aragonés se alza sobre el golfo de Nápoles desde lo alto de un islote volcánico conectado con la isla de Isquia. La construcción data del 474 a. C. y su historia ha estado poblada de contratiempos hasta que, en 1912, la adquirió un propietario privado. Las paredes de sus antiguas iglesias y criptas están adornadas con frescos, y también incluye un museo de la tortura, un antiguo convento-abadía y hermosos jardines. Puedes subir hasta lo más alto en ascensor y comer en el restaurante, con unas vistas impresionantes de la bahía.

El castillo de Sant'Angelo se construyó originalmente en el siglo II como mauseolo para el emperador Adriano y su familia. Esta construcción, que más tarde se convirtió en fortaleza militar, recibe su nombre de una leyenda, que cuenta que el arcángel Miguel se apareció sobre lo alto del castillo para detener una plaga que asolaba Roma en el año 509 d. C. Aprovecha que este fascinante edificio de la orilla occidental del río Tíber ahora hace las veces de museo para descubrir su historia. Completa la jornada admirando las impresionantes vistas de Roma y la cercana Ciudad del Vaticano desde el tejado.

El castillo dell'Ovo lo levantaron los normandos en siglo XII sobre las ruinas de una fortaleza romana. En la actualidad, es la fortificación napolitana más antigua que sigue en pie. Se encuentra en una antigua isla, a 100 metros al sur del casco antiguo de la ciudad, y se puede acceder a él a través de un embarcadero. A sus pies encontrarás un puerto deportivo y multitud de restaurantes, y si subes a la última planta, podrás disfrutar de las impresionantes vistas de la bahía y el monte Vesubio. La entrada es gratuita.

La Scarzuola, construida en el antiguo asentamiento de un convento franciscano fundado a principios del siglo XIII, es una "ciudad ideal" que diseñó y construyó Tomaso Buzzi, el arquitecto que compró el terreno en 1956. Incluye siete teatros, una acrópolis, varias grutas y reproducciones de edificios famosos (el Arco del Triunfo y el Partenón, entre otros). Aunque técnicamente no es un castillo, merece la pena visitar La Scarzuola y disfrutar de un recorrido que combina historia y fantasía. Las visitas se organizan previa cita.

Las tres torres de San Marino, que reciben el nombre de Guaita, Cesta y Montale, se alzan sobre la capital de este microestado situado al nordeste de Italia, cerca de Rímini. Cada una de ellas se asienta sobre una cumbre del monte Titano. Guaita se construyó en el siglo XI y es la más antigua. Cesta data del siglo XIII, y Montale del XIV. Podrás acceder a las dos primeras por un módico precio y contemplar sus vistas de infarto, además de visitar un interesante museo de armas en Cesta.

El castillo de Sirmione o Scaligero fue un encargo de la poderosa familia Scaligeri, que gobernó esta región a principios del siglo XIII. Se construyó en 1277 a orillas del lago de Garda y conforma un ejemplo espectacular de arquitectura medieval, cuya majestuosidad se acentúa gracias a sus impresionantes alrededores. Este castillo, rodeado de puentes levadizos, un foso, torres, muros transitables y festoneados, presenta todos los elementos típicos de una fortaleza de la Edad Media. Prepárate para subir escalones, porque las vistas del lago y Sirmione desde la torre más alta realmente merecen la pena.

La obsesión por el número ocho empujó al emperador Federico II a construir esta peculiar y diminuta fortaleza a mediados del siglo XIII. Presenta una planta octagonal, enmarcada entre ocho torres octogonales, con ocho salas cada una. Las vistas desde cualquiera de las torres de este castillo considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco son impresionantes. Puedes llegar al castillo en autobús desde el aparcamiento o subir andando en un paseo de unos diez minutos. Cerca del aparcamiento también hay un restaurante.

El castillo de Fénis, construido entre los siglos XIII y XV, es una gigantesca fortaleza medieval ubicada en el valle de Aosta, a 20 kilómetros al sur de la frontera con Suiza. En la actualidad se ha reconvertido en museo, y alberga todo tipo de armas, utensilios de cocina, una capilla con frescos y otros artículos medievales. Podrás aprender muchas cosas sobre este periodo histórico durante tu visita a este edificio excelentemente conservado gracias a las guías multilingües disponibles (solo se hacen visitas guiadas en italiano). En la entrada del castillo, encontrarás dos restaurantes cerca del aparcamiento.

El castillo de Visconti se asienta en el centro de Castell'Arquato, una ciudad medieval del norte de Italia. Mientras recorres las estrechas calles adoquinadas entre los muros de piedra de esta pintoresca aldea del siglo VIII, sentirás que has viajado en el tiempo. Además del castillo, también es muy recomendable visitar la iglesia de Santa María y la Torre Farnese. Otro de los atractivos de la aldea es su ubicación junto a las colinas de Piacenza, una región famosa por sus excelentes vinos. Es el lugar perfecto para degustar las variantes locales Gutturnio y Monterosso Val d'Arda.