Las 11 mejores playas de Inglaterra

La puerta de Durdle suele aparecer en numerosos souvenirs de Dorset, como postales e imanes para la nevera, pero, obviamente, poco tienen que ver con la experiencia de verla en directo. Célebre por su arco de piedra caliza, esta playa fue el primer escenario natural del país que la Unesco clasificó como Patrimonio de la Humanidad (en 2001).

Comprobarás que se trata de una franja de guijarros en la que se permite el baño, aunque con mucho cuidado porque la zona no cuenta con servicio de socorristas. La mejor forma de disfrutar de la espectacularidad del paisaje es contemplarlo desde el mirador en lo alto del acantilado, donde también hay una pequeña tienda de alimentos y recuerdos.

La playa de Fistral, considerada una de las mejores playas de Inglaterra para hacer surf, se encuentra en una ubicación apartada y tranquila, aunque a pocos kilómetros de la turística localidad de Newquay. Es una playa de arena fina y escarpados acantilados, pero con un oleaje sorprendentemente fuerte en ocasiones, lo que atrae a muchos surfistas de fin de semana. No tienes de qué preocuparte porque también dispone de una torre de salvamento.

La variedad de restaurantes y bares ubicados en un extremo de la playa de Fistral la convierten en un lugar divertido para comer y tomar unas cervezas. Desde el Headland Hotel and Spa, que queda junto a la playa, se tienen unas preciosas vistas.

La playa de Bournemouth es una de las mejores playas de Inglaterra, con más de 11 kilómetros de arenal amplio y dorado. El Canal de la Mancha no es famoso precisamente por la calidez de sus aguas, pero Bournemouth es una ciudad afortunada al gozar de un microclima que hace que su mar sea uno de los más cálidos del Reino Unido.

Podrás probar muchas actividades acuáticas, como el kayak y el "paddle surf". Además, el muelle de Bournemouth alberga atracciones innovadoras, tales como una tirolina y un rocódromo. Todo ello se traduce en un resort de playa divertido y muy animado.

La playa de Woolacombe es enorme y, cuando baja la marea, parece que la arena y el cielo no tienen fin. Es un destino muy popular para familias y surfistas, e incluso hay una parte separada para ir con perros. En verano el ambiente es muy animado y hay una gran variedad de servicios, como vestuarios, socorristas, restaurantes, furgonetas de venta de helados e incluso castillos hinchables.

La localidad de Woolacombe se erige sobre la frondosa colina que rodea la playa, lo que conforma un paisaje muy pintoresco. Si paseas a lo largo de la costa, descubrirás algunas calas menos populares, como la playa de Combesgate y la de Grunta, que también puedes explorar.

La playa de Whitby es un enorme paraíso de arena para toda la familia donde podrás disfrutar de paseos en burro en verano, coloridas casetas de playa, furgonetas de venta de helados y vistas al faro. Si lo tuyo es hacer surf, volar cometas o buscar fósiles, estás en el lugar adecuado.

Esta polifacética playa se encuentra en la pequeña localidad de Whitby, donde un interesante destino costero con salones recreativos a la orilla de los muelles, hermosos paisajes y algunos de los mejores "fish and chips" de todo el país. Siempre es buen momento para visitarlo, pero el mar del Norte puede estar verdaderamente frío fuera de la temporada estival. Si eliges el verano, la localidad de Sandsend, justo al final de la playa de Whitby, es uno de los lugares más populares para tumbarse a tomar el sol.

La playa de Wells-next-the-Sea es una playa amplia con forma de media luna en Norfolk, protegida por altos pinos y una hilera de cabañas de playa, perfecta para una escapada romántica. Es un lugar precioso en verano y, además, detrás de ella hay un santuario de aves, que amenizan el día con sus cantos. El mar del Norte suele estar bastante frío, aunque es un buen lugar en el que practicar remo.

La localidad de Wells-next-the-Sea tiene un puerto pesquero, por lo que podrás degustar el pescado y los cangrejos que capturan los pescadores locales. Además, si no solo buscas mar y playa, podrás entretenerte viendo los numerosos edificios de época que se conservan aquí.

La playa de Bamburgh, en el norte de Inglaterra, es una agreste franja de costa situada a los pies de un imponente castillo normando. Es un lugar ideal para escaparse del mundo moderno y dar largos paseos junto al mar. Situada a algo más de 30 kilómetros de la frontera con Escocia, no es el mejor lugar para darse un chapuzón, ya que el mar del Norte suele estar muy frío, pero en verano se puede practicar remo en sus aguas.

También es un lugar muy popular para practicar surf debido a los fuertes vientos que azotan la costa. Y no todo es tomar el sol: el castillo de Bamburgh que está junto a la playa es una atracción muy interesante y en él podrás aprender la historia de la invasión vikinga y las rebeliones escocesas.

La playa de Ventnor es una perfecta combinación de arena suave, olas aterciopeladas y atracciones familiares. Además, también encontrarás numerosas tiendas y opciones de ocio que rezuman un aire de otros tiempos. En la localidad de época victoriana a la que pertenece la playa hay numerosos hoteles y "bed and breakfast" con vistas al mar en los que podrás alojarte.

Con 17 playas con bandera azul y más de 80 kilómetros de costa, en la isla de Wight no escasean los sitios en los que tomar el sol. Esta isla meridional situada frente a la costa de Portsmouth se convierte en un destino estupendo para unas vacaciones de playa, y como solo tiene 37 kilómetros de ancha, puedes pasar fácilmente de una bahía arenosa a la siguiente.

La playa de Blackpool no destaca por ser una de las más bonitas del Reino Unido, pero sin duda es el lugar idóneo si quieres pasarlo bien junto al mar gracias a todas sus atracciones. El muelle de Blackpool es uno de los mejores del país, y la torre de Blackpool y el parque de atracciones Pleasure Beach son los responsables de que no decaiga la diversión en ningún momento.

Los paseos en burro, los salones recreativos con centelleantes máquinas de juegos, los espectáculos de "cabaret" no han cambiado desde hace décadas, y no se puede negar que eso tiene muchísimo encanto. Una vez que se pone el sol, en Blackpool no faltan las fiestas hasta bien entrada la madrugada.

La recóndita bahía de arena de Studland, en Dorset, con su forma media luna, es una de las más bonitas de Inglaterra, y bien merece la pena el largo trayecto a través de la reserva natural de Hartland Moors. Su longitud de 6 kilómetros (de norte a sur) le permite acoger a visitantes muy variopintos.

En el extremo sur se encuentran los clubs de vela, en la parte norte, más resguardada, está la zona nudista y en el centro, su suave arena dorada invita a tumbarse y relajarse. El Sendero de la Costa Sudoeste ("South West Coast Path") discurre por la playa, lo que lo convierte en un lugar muy frecuentado por senderistas. La bahía de Studland se encuentra a solo 13 kilómetros de la costa de Bournemouth, aunque tendrás que coger un ferry para cruzar un pequeño estrecho y llegar a este idílico lugar.

La playa de South Bay, en Scarborough, es una de las más famosas del norte de Inglaterra por su fina arena y sus atracciones clásicas, como salones recreativos, paseos en burro y las preciosas vistas del imponente Grand Hotel desde lo alto de los acantilados. Todavía es posible montarse en el funicular histórico que baja desde el hotel hasta la playa para sentirse como un turista de la época victoriana.

En los días soleados de verano, la playa puede animarse tanto como cualquier playa del Mediterráneo, aunque la temperatura de las aguas del mar del Norte sea un poco más fría. El puerto histórico de Scarborough ha sido el corazón de la localidad durante siglos. De hecho, los pescadores siguen trayendo aquí su captura fresca del día, por lo que no es de extrañar que también haya una gran variedad de marisquerías.