10 planes para hacer en York

The Shambles es una de las calles más antiguas y más curiosas de York. Los edificios, del siglo XIV, lucen la fachada en voladizo típica de la época, pero con el paso del tiempo algunos se han inclinado hacia delante y se tocan literalmente por la parte superior.

Vale la pena visitar el mercado de la zona, aunque te aconsejamos que acudas a primera hora del día, antes de que las calles se abarroten; así podrás sacar unas fotografías que serán la envidia de todos. Todo este barrio de York, que lleva hasta la catedral, es un laberinto de callejuelas salpicadas de tiendas pintorescas en cada esquina.

En el Centro Vikingo de Jorvik podrás viajar en el tiempo y explorar la ciudad tal y como era bajo dominio noruego. Antes de que se conociera con su nombre actual, York era la famosa Jorvik, desde donde los vikingos ejercían su control sobre gran parte de Inglaterra. La ciudad cayó en manos de los noruegos en el año 866 d. C. y permaneció bajo su control hasta el 1066 d. C.

Combina hallazgos arqueológicos y recreaciones que lo convierten en uno de los museos más divertidos y envolventes de York. El centro también organiza el Festival Vikingo durante el mes de febrero, momento en el que las recreaciones cobran vida. Se trata de un museo muy popular, por lo que conviene visitarlo a primera hora para evitar las colas.

La catedral de York, de estilo gótico, domina el casco antiguo desde sus 72 metros de alto. De hecho, una antigua ley local que permanece en vigor garantiza que sea uno de los edificios más altos de la ciudad.

Si te sientes con fuerzas (y tras el pago de la entrada), puedes subir los 275 escalones de la torre central para contemplar las gárgolas del tejado y disfrutar de unas vistas inigualables de las calles históricas del centro de York. Si las alturas no son lo tuyo, otra opción es disfrutar del majestuoso interior abovedado y la sensación de paz que transmite.

Los habitantes de Yorkshire tienen fama de ser prácticos, como puede constatarse en los jardines del Museo de York. Como su nombre indica, se trata básicamente de un museo y un parque que comparten una ubicación preciosa de la ciudad. Este concepto aparentemente sencillo oculta un auténtico tesoro:

las ruinas de una abadía medieval y de un hospital histórico, una galería de arte, un antiguo observatorio y un museo dedicado a la historia de Yorkshire, desde la época en que los dinosaurios habitaban en la zona. Los encantadores jardines son uno de los lugares predilectos de los lugareños para pasar un rato agradable y disfrutar de los rayos de sol en verano.

Las impresionantes murallas de piedra que rodean que rodean actualmente el centro de York se construyeron entre los siglos XII y XIV, al igual que la catedral. Se conservan en muy buen estado y pasear por las murallas que rodean el centro de la ciudad es una de las cosas más agradables para hacer en York, ya que te muestran unas vistas preciosas del casco antiguo en la parte interior y de las zonas más nuevas en la parte exterior.

Las torres de entrada (denominadas "bars") son especialmente impresionantes, sobre todo Micklegate Bar, al sur. Debes tener cuidado si paseas por las murallas en un día lluvioso, ya que el paso de los siglos y de los visitantes ha conferido a las piedras una superficie extremadamente lisa.

Junto a la espectacular e histórica estación de ferrocarril de York, encontrarás una de las colecciones de objetos ferroviarios más extensas del mundo en el Museo Nacional del Ferrocarril. Este emocionante museo, situado en las inmediaciones de las murallas de la ciudad, es extraordinariamente popular, ya que las imponentes máquinas expuestas gozan de un atractivo muy variopinto.

Aquí podrás admirar las líneas elegantes de la locomotora Mallard, la inventiva constructiva de la Rocket de Stephenson y los potentes pistones de la famosa Flying Scotsman. El museo contiene una interesante colección de un centenar de máquinas, incluidas varias locomotoras de vapor que todavía funcionan.

Las carreras de caballos en el hipódromo de York son de las más importantes del Reino Unido, a la altura de las de Ascot, y aquí tampoco falta el glamur. Los eventos más importantes, como el Ebor Handicap en agosto, son citas imprescindibles en cualquier calendario social.

El recinto es patrimonio de York desde hace siglos y muchas personas todavía se refieren a él por su nombre premedieval, "Knavesmire". Los amantes de la historia también pueden visitar el lugar donde se ahorcó al famoso bandolero Dick Turpin en 1739, en Tadcaster Road.

La torre de Clifford, conocida también como el castillo de York, es probablemente la construcción más representativa de la ciudad. Se encuentra en una colina pronunciada cerca de la confluencia de los ríos Ouse y Foss, donde ha habido fortificaciones desde el año 1068 d. C.

Se trata del centro administrativo histórico de la ciudad, ya que en las cercanías se hallaban los tribunales, la casa de la moneda y la prisión. Los únicos restos que se conservan de estos edificios se encuentran en el cercano Museo del Castillo, un edificio ya de por sí interesante, aunque la parte más impresionante de esta zona es, sin duda, la torre. Necesitarás estar en forma para subir a lo alto de la colina, pero vale la pena explorar esta antigua fortificación.

Parliament Street es, en cierto modo, el centro neurálgico de York. Esta calle y las que la rodean forman la zona comercial más importante de la ciudad. La plaza central peatonalizada prácticamente en su totalidad está rodeada de cafeterías y tiendas de grandes marcas, incluidos Marks & Spencer, New Look y Pret A Manger.

La cercana Coney Street cuenta con más comercios de marca, mientras que el mercado de The Shambles es un lugar ideal para hacerse con alguna que otra ganga. Si se celebran mercados o eventos especiales en York, seguramente los encontrarás aquí.

Bettys es uno de los salones de té más famosos del Reino Unido, si no el que más. En cualquier momento del día se puede ver a gente haciendo cola en la puerta e incluso calle abajo, solo para disfrutar de sándwiches, "scones" y pasteles, acompañados de un té de autor.

Otro tremendo atractivo es su elegante estilo, que recuerda el lujo de los transatlánticos. Hay cinco cafeterías Bettys en Yorkshire, una de ellas en York. Puedes reservar con antelación un té con un menú diseñado para la ocasión y una mesa perfectamente decorada. Las tiendas Bettys rebosan de pasteles, galletas, golosinas y otras especialidades recién hechas, así que pásate para llevarte un recuerdo o un capricho que puedas disfrutar cuando vuelvas a casa.