11 lugares donde ver una obra de teatro en Londres

La historia del Phoenix Theatre comienza en 1930, cuando ocupó el lugar de una antigua fábrica y auditorio con un extravagante diseño dedicado a la tradición teatral italiana. Con una imponente fachada neoclásica, permite a los visitantes deleitarse con matices de estilo italiano allá donde miren, desde los grabados dorados y los asientos de color granate hasta las puertas esculpidas de madera.

El Phoenix Theatre es uno de los escenarios más originales del West End londinense. Son muchas las producciones musicales que ha albergado a lo largo de los años, como, por ejemplo, Bend it Like Beckham: The Musical, Come from Away o Blood Brothers, que lleva 21 años representándose en su escenario.

Los inicios del London Palladium se remontan al 1910, y es un teatro que sorprende por su gran tamaño e historia. Se encuentra en la zona de Oxford Circus, y su capacidad, de nada más y nada menos que 2286 asientos, suele ocuparse al completo al dar cabida a musicales tales como Sonrisas y lágrimas, Cats o El viento en los sauces. Además, también suelen celebrarse conciertos musicales de categoría, con estrellas como Madonna, Damon Albarn o Harry Connick Jr.

El edificio en sí es una de las estructuras más preciadas de la ciudad, y se ha conservado intacto desde que se añadió a la lista de edificios protegidos de Inglaterra en 1960. El Royal Variety Performance, un espectáculo de variedades que se televisa y se celebra cada año en su interior, es probablemente uno de los eventos más populares del teatro, y se ha celebrado de forma ininterrumpida en su escenario desde 1928.

El teatro Palace se inauguró en 1891 y supuso un gran añadido al West End londinense. El arquitecto encargado de su diseño, el inglés Thomas Edward Collcutt, estuvo también a cargo de otros impresionantes edificios de la era victoriana, tales como el Imperial Institute o el hotel Savoy. Como curiosidad, te contamos que el teatro Palace fue creado en sus inicios para la representación de óperas.

Sin embargo, tan solo unos años después de su apertura, el interior se transformó en un gigantesco auditorio que lo convertiría en el espacio perfecto para obras teatrales, musicales y proyecciones de películas. Poco después, en 1983, el aclamado compositor y productor teatral Andrew Lloyd Webber compró el Palace, y desde entonces las obras de éxito se han sucedido una detrás de otra entre sus paredes, desde Los miserables o Harry Potter y el legado maldito hasta Priscilla, reina del desierto.

La Royal Opera House es un popular teatro con una excelente oferta de representaciones, óperas y espectáculos de ballet a cargo de algunos de los artistas más prestigiosos del mundo. La programación aquí es variadísima durante todo el año, en particular en torno a determinadas festividades. Aunque tanto el edificio como los eventos desprenden un aura de alta sociedad y opulencia histórica, el recinto en sí busca siempre acoger a todo tipo de público. No se requiere más etiqueta que las prendas con las que quieras asistir, siempre con un poco de lógica, claro está. El edificio se encuentra a poca distancia al este de la estación de Covent Garden.

El teatro Lyceum abrió sus puertas en 1772, es decir, 250 años de historia marcada por unos cuantos cierres y reaperturas. Pero, a pesar de todo ello, ha seguido hospedando a casi todos y cada uno de los dramaturgos más destacados del país, desde David Garrick hasta Sir Henry Irving. Si bien en 1986 se cerró durante la friolera de 10 años, pasó por un proceso de restauración que lo convirtió en el magnífico teatro que conocemos hoy en día, hogar de las mejores producciones.

La más famosa es, sin duda alguna, El Rey León, a la que han asistido millones de espectadores desde su estreno, allá por 1999. Cada noche, los 2100 asientos del Lyceum acaban ocupados por asistentes de todo el mundo: reserva el tuyo y descubre uno de los rincones más notables de Londres.

El teatro Apollo es, sin lugar a dudas, uno de los teatros más icónicos del West End de Londres. Se fundó en 1901, y fue el cuarto teatro que se construyó en la famosa calle Shaftesbury Avenue. Recibe su nombre en honor al dios griego de las artes, y debe su diseño al arquitecto británico Lewen Sharp, quien proyectó el auditorio de cuatro niveles con toques renacentistas.

Puede presumir de haber acogido muchísimas de las obras y producciones de teatro musical más significativas de toda la ciudad, y sus 775 asientos suelen ocuparse al completo noche tras noche. Algunas de sus obras recientes más destacadas son Ricardo II, Peter Pan Goes Wrong, La gata sobre el tejado de zinc o Everybody's Talking About Jamie.

El teatro Sondheim, conocido anteriormente como Queen's Theatre, se ha considerado (y se sigue considerando) como uno de los destinos más destacados de Londres si buscas disfrutar de una producción teatral. Desde que se abrió al público en 1907, ha sido uno de los puntos más populares de West End, con una selección de espectáculos, como poco, envidiable.

Su diseño arquitectónico impresiona al instante, si bien ha cambiado de forma considerable a lo largo de los años. Después de que una bomba alcanzara el edificio durante la Segunda Guerra Mundial, la fachada y el vestíbulo se reconstruyeron por completo. En el interior, la ornamentación es, simplemente, deslumbrante, lo que crea el ambiente perfecto para asistir a producciones como El hobbit, Los miserables o The Rocky Horror Show.

El Lyric Theatre es el teatro más antiguo sin modificar de la tan popular calle Shaftesbury Avenue. Sus inicios datan de 1888, y se trata del segundo teatro en erigirse en esta famosa avenida. Su deslumbrante diseño renacentista aún conserva gran parte del encanto característico del siglo XIX, y fue obra del arquitecto C. J. Phipps, quien también se encargó de otros edificios de renombre, como el teatro Savoy o Her Majesty’s Theatre.

Si te apetece disfrutar de un musical en Londres, que no te quepa duda de que el Lyric Theatre es todo un acierto. Nos llevaría demasiado mencionar todos los espectáculos que se han alzado en este relevante teatro, pero te dejamos algunos de los últimos años, como Cabaret, Thriller – Live o The Night of the Iguana.

El Vaudeville Theatre se ubica en Strand, una famosa vía cultural y comercial que pasa por Westminster. Se alza imponente desde 1870 como uno de los atractivos más espectaculares de la zona. Se trata de un destino imprescindible si buscas musicales y representaciones de talla mundial.

Hoy en día, este teatro conserva la mayoría de sus instalaciones originales, incluida una fascinante maquinaria escénica, con antiguos artefactos de sonido e iluminación. Su capacidad se amplía hasta los 690 asientos. Eso sí, ¡no te sorprendas si los espectáculos están agotados con semanas de antelación!

En sus inicios, allá por 1930, el teatro Apollo Victoria estaba destinado a ser un cine. Sin embargo, este espectacular edificio de decoración art déco se ha vuelto un punto de referencia para la representación de musicales desde la década de los 80. Tiene capacidad para 2300 personas, y se ha ido modificando a lo largo de los años para que sus instalaciones se mantengan totalmente al día.

En lo que se refiere a sus musicales, muchos de ellos se han representado en su escenario durante años. Por ejemplo, Starlight Express debutó en 1984 y prosiguió durante 18 años consecutivos, mientras que otros, como Wicked, Bombay Dreams o Fiebre del sábado noche han ofrecido miles de actuaciones.

El teatro Adelphi ha sido todo un éxito entre los amantes de la música, la comedia y los escenarios desde que abrió en 1806, y es que desde entonces no ha dejado de ofrecer espectáculos. Este edificio se ha reconstruido en unas cuantas ocasiones durante estos últimos 200 años, y tiene la capacidad de acomodar hasta 1500 personas al amparo de su magnífico art déco.

La lista de melodramas, adaptaciones y pantomimas que se han representado en el teatro Adelphi es casi infinita, si bien en el presente está destinado a producciones musicales de fama mundial. En 1997, Chicago se estrenaba en el Adelphi y seguiría en escena durante ocho años, por no mencionar otras obras como Sweeney Todd, Waitress, El guardaespaldas o Pisando fuerte.