Las 10 mejores islas griegas

Miconos presume de una merecida reputación como la mejor isla de las Cícladas para salir de fiesta en temporada alta. Sin embargo, las iglesias encaladas, los molinos del siglo XVI y sus interminables tramos de arena blanca le otorgan un encanto único.

Aquí podrás disfrutar de una cena a base de delicioso marisco o de los típicos mezze con vistas al mar, o sumergirte en la cultura griega visitando las tiendas y los bares que bordean las sinuosas callejuelas de la capital. Si deseas saborear buenos cócteles hasta el amanecer, tu sitio es Paradise Beach, un lugar en el que los DJ más famosos de todo el mundo llenan los clubes de renombre durante los meses de verano. También encontrarás abundantes playas apartadas y nudistas, perfectas para desconectar de todo bajo el sol.

Corfú se unió a Grecia en 1864 y los años de dominio británico, francés y veneciano quedan patentes en su arquitectura y su cultura. Las montañas escarpadas y la vegetación añaden aún más belleza al litoral y las bahías apartadas, y los viñedos que rodean el pueblo con más historia, Antigua Perithia, convierten la zona en un tranquilo refugio, ideal para disfrutar de un sereno retiro y realizar alguna que otra cata.

Si te gusta escudriñar el pasado, no te pierdas las fortalezas venecianas de la ciudad de Corfú y el monasterio del siglo XIII de Palaiokastritsa. Si te apetece disfrutar de actividades más aventureras, en Sidari podrás practicar buceo de superficie, divertirte en los parques acuáticos o practicar tus saltos desde los acantilados. También tendrás la oportunidad de realizar la subida hasta la cima del monte Pantokrator y disfrutar de vistas panorámicas de la isla. Eso sí, debes estar en forma.

Milos es una isla volcánica de las Cícladas que recibe el apodo de "Isla de los Colores" por sus paisajes naturales perfectamente preservados. Aunque los residentes adoran desde siempre las colinas rocosas que bañan las aguas turquesas de la zona, a este tranquilo rincón llegan relativamente pocos turistas internacionales.

La isla es famosa principalmente por sus vistas al mar y su peculiar geología. Te recomendamos Sarakiniko para tomar el sol en una bahía rodeada de rocas volcánicas de color hueso. En Kleftiko podrás adentrarte en distintas cuevas y salientes, a los que solo se puede acceder desde el agua. Y no te pierdas la oportunidad de caminar hasta las catacumbas subterráneas de Milos, cuyos orígenes se remontan a hace más de 2000 años.

Creta es un popular destino turístico internacional gracias a sus numerosas playas, a las tabernas que se ocultan en las laderas de las montañas y a la atmósfera festiva que se respira en los meses estivales. Por su parte, el Palacio de Cnosos, una ciudad cuyo origen se remonta al año 7000 a. C., atrae a verdaderas masas de aficionados a la historia. Creta es única por sus estructuras minoicas y por los yacimientos arqueológicos de la Edad de Bronce. Sin embargo, las cordilleras montañosas, los desfiladeros y las espectaculares playas constituyen tranquilos refugios perfectos para alejarse del bullicio de las multitudes.

Te recomendamos hacer como los cretenses y disfrutar de un plato de caracoles fritos, a la brasa o al vapor. También podrás broncearte al sol en la playa de Elafonisi, que a menudo se cita entre las mejores del mundo. Después de beber algo en una taberna tradicional, puedes terminar la jornada en Malia bailando hasta el amanecer.

Con casi 100 kilómetros de playas de arena y aguas cristalinas, a Naxos se la considera la "Hawái griega". Además de su belleza natural, Naxos está repleta de historia y allí podrás visitar mansiones venecianas medievales, antiguas ruinas griegas, un castillo del siglo XIII en lo alto de una colina y numerosos museos.

La costa oeste es perfecta para tomar el sol y practicar el buceo de superficie u otros deportes acuáticos. En las estrechas calles del casco antiguo podrás comprar productos locales y comida para llevar antes de marchar a la playa. Al final de cada jornada, con el cuerpo deliciosamente cansado de mar, historia y aventura, solo tendrás que elegir mesa en uno de los bares tradicionales junto al mar y disfrutar de unas copas de Kitron, un licor de cítricos típico de Naxos.

Santorini es un festín sensorial para aventureros y turistas con acantilados multicolores, playas negras y rojas, viñedos que adornan el entorno rural y un gigantesco cráter volcánico. Esta isla griega puede no tener tantas playas de arena blanca como sus vecinas, pero sí cuenta con lugares de gran relevancia histórica, paisajes espectaculares y bonitas localidades en las montañas repletas de iglesias y casas encaladas.

Aquí podrás realizar algunas de las mejores rutas de senderismo del mundo y contemplar pintorescos pueblos, ruinas antiguas, acantilados e imágenes de postal. Al final de cada día, elige una de las tabernas que se esconden en las calderas, las localidades ubicadas en las cimas de los acantilados, y saborea los platos y las bebidas típicas. Si lo prefieres, puedes relajarte con una excursión en barco o disfrutar de un baño en las termas de la isla.

En Alónnisos encontrarás playas vírgenes de guijarros, cuevas naturales y el parque marino más grande de toda Europa. Chora, la ciudad más antigua, está situada en la cima de una colina y ofrece vistas panorámicas de la isla. Gracias a los esfuerzos de voluntarios y ecologistas, Alónnisos se ha convertido en uno de los destinos de ecoturismo más populares.

Las excursiones de buceo permiten contemplar a una inmensa variedad de criaturas marinas como la foca monje, que se encuentra en peligro de extinción. Si te gusta el senderismo, has venido al lugar adecuado: numerosas rutas te llevarán hasta pintorescas aldeas, terrenos rocosos y desfiladeros. Los bucólicos paisajes del sur también te conquistarán con hermosos olivares y bosques de arces y pinos.

Patmos es una pequeña pero espectacular isla del mar Egeo. Además de ser un importante lugar de peregrinación cristiana, este destino atrae a los aficionados a la naturaleza y la adrenalina gracias a sus impresionantes cuevas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y a un variado abanico de playas prácticamente aisladas.

Entre los puntos de referencia imprescindibles destacamos un encantador museo de artes populares, varias mansiones del siglo XVI, numerosos monasterios encalados y la Cueva del Apocalipsis, donde, según se dice, se escribió el Libro de las Revelaciones. Pero la atracción más famosa de la isla es el monasterio de San Juan, una construcción del siglo XI que domina el paisaje urbano del casco antiguo de Patmos.

Rodas, la más grande de las islas del Dodecaneso, se llena de vida en verano cuando sus populares clubes nocturnos atraen a viajeros de todo el mundo ávidos de fiesta. Pero este destino también es perfecto para cualquier otra época del año por sus castillos medievales, ruinas antiguas, bonitas aldeas y playas de arena.

La ciudad más antigua y grande de la isla, con la que comparte nombre, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco debido a su rica tradición cultural y sus atractivos medievales. Además de los museos, yacimientos arqueológicos y excelentes playas, Rodas puede presumir de maravillas naturales como aguas termales, paisajes rebosantes de vegetación y el famoso valle de las Mariposas.

Las montañas dominan Zante al norte y al oeste, y en la costa este se alinean las playas más fotografiadas de toda Grecia. Con acantilados de piedra caliza blanca, tramos de arena dorada y aguas de color turquesa que iluminan los techos de las cuevas marinas, esta isla impresiona por su belleza. También es un destino de fiesta perfecto para el verano dada su excelente oferta de ocio nocturno.

Zante está rodeada de islotes muy pintorescos, como la bahía de Laganas, también llamada "Isla Tortuga", desde la que parten excursiones en barcos con el suelo de cristal. Para conocer la historia local, nada mejor que acudir a sus numerosos monasterios y museos. Después, las playas te estarán esperando para broncearte al sol o practicar deportes acuáticos que dispararán tu adrenalina.