10 planes para disfrutar de Marsella por muy poco

Marsella dispone de un eficiente sistema de transporte público que incluye metro, autobuses, tranvías, bicicletas y ferris, y es la forma más económica que hay de desplazarse por la ciudad. El billete sencillo es válido para una hora y también encontrarás disponibles abonos de 24 y 72 h. Asegúrate de validar tus billetes/pases de metro, tranvía o autobús antes de cada viaje.

Si tienes pensado visitar varios museos y atracciones de Marsella, es recomendable comprar la tarjeta CityPass, que permite usar todo el transporte público e incluye entradas gratuitas y descuentos en la mayoría de exposiciones de la ciudad.

El Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo ofrece una cautivadora exploración del rico pasado de la región. Situado justo al norte del Puerto Viejo, el museo se ubica en un impresionante complejo que une el histórico fuerte Saint-Jean y un moderno edificio cúbico. Los visitantes pueden explorar de forma gratuita el fuerte Saint-Jean, mientras que la zona de exposiciones tiene un precio de entrada razonablemente asequible, excepto el primer domingo de cada mes, en que es gratuita.

No olvides culminar tu visita con una parada en el restaurante de la azotea del museo. Desde este mirador, disfrutarás de unas impresionantes vistas panorámicas de la ciudad. 

El fuerte Saint-Jean, una fortificación histórica que data de 1660, forma parte del primer museo nacional de Francia fuera de París y está conectado con un pintoresco barrio histórico. Aquí puedes pasear por los parapetos que dominan la ciudad y el océano, y explorar la estructura que protegía la ciudad de las invasiones durante la Edad Media. Sirvió como puesto militar avanzado y cuartel hasta el siglo XX y desempeñó un papel fundamental en la Segunda Guerra Mundial.

Con fácil acceso al vecino barrio histórico de Le Panier y al Puerto Viejo, es un lugar encantador para caminar tras las huellas de la historia.

Sumérgete en la grandeza del siglo XIX en el palacio Longchamp, un impresionante edificio en el centro de Marsella. Está reconocido como Monumento Histórico y alberga dos museos y una imponente fuente.

Aventúrate más allá de los muros del palacio y explora el extenso parque adornado con cuidados jardines y fascinantes restos de un antiguo zoo. En la actualidad, conocido como Funny Zoo, las jaulas están ocupadas por coloridos animales de fibra de vidrio a escala real, que añaden un toque extravagante al entorno. El palacio Longchamp presenta una mezcla de historia, belleza y diversión familiar, por lo que es el lugar ideal para un relajante paseo familiar.

Situado a 9 kilómetros al norte del Puerto Viejo, L'Estaque es un pintoresco pueblo que ha evolucionado con elegancia hasta convertirse en un barrio de Marsella. Es una sinfonía visual de colores vibrantes. Con tejados rojos, vegetación verde, colinas ocres y el mar azul turquesa, representa un cautivador retablo que ha sido durante mucho tiempo un imán para los artistas.

Entre los artistas que quedaron cautivados por el atractivo encanto de L'Estaque destaca Paul Cézanne, uno de los pintores impresionistas más reconocidos de principios del siglo XX. Te animamos a buscar los rincones de L'Estaque que solía elegir Cézanne para sus lienzos, será una manera diferente de explorar este pintoresco distrito de Marsella.

Justo al norte del Puerto Viejo se encuentra Le Panier, un distrito cargado de historia y considerado uno de los más antiguos de Marsella. Se trata de una zona animada y multicultural que alberga todo tipo de museos y tiendas con encanto. Le Panier es famoso por las espléndidas pinturas que adornan muchas de sus paredes, transformando el barrio en un lienzo lleno de vida.

Este animado distrito cuenta con una gran variedad de restaurantes de precios asequibles que atraen tanto a lugareños como a visitantes, entre los que destacan Maison Geney en la Rue Caisserie y Sur le Pouce Resto en la Rue de la Joliette.

La basílica de Notre-Dame de la Garde es el lugar más emblemático de toda Marsella. Situado en una colina que domina el Puerto Viejo, es también el mejor mirador de la ciudad, lo que lo convierte en un imán irresistible para quienes buscan experimentar la cautivadora belleza de Marsella desde una perspectiva elevada.

Llegar a "la Buena Madre", como la llaman cariñosamente en Marsella, conlleva un bonito paseo de 40 minutos desde el Puerto Viejo. También puedes llegar en el autobús 60. Sus vistas panorámicas son realmente impresionantes, pero el interior de la basílica no tiene nada que envidiarle.

Las Calanques es un parque nacional que se extiende a lo largo de 16 kilómetros junto a la costa entre Marsella y Cassis. Con sus senderos estrechos y rocosos que bordean el filo de un imponente acantilado de piedra caliza, el parque ofrece una experiencia de exploración desafiante a la vez que inmensamente satisfactoria.

Aunque es recomendable contratar un guía para una exploración más informada, los senderos se pueden conquistar de forma independiente con una meticulosa preparación. El equipo esencial se compone de un buen par de zapatos, crema solar, abundante agua y tentempiés para mantenerte con energía. Recorrer todo el camino lleva unas 3 horas, por lo que es ideal empezar temprano por la mañana para evitar el sol del mediodía. Eso sí, no te olvides de llevar la cámara contigo, ya que los paisajes son espectaculares. 

El Marché des Capucins, o de Noailles, es un mercado agrícola que desprende el carácter multicultural de Marsella por los cuatro costados. Es muy animado y bullicioso, y cuenta con puestos de productos frescos muy diversos, y también una gran variedad de paradas dedicadas al norte de África en los que encontrarás especias, fruta deshidratada y frutos secos.

También puedes disfrutar de una gran variedad de tentempiés callejeros a precios económicos, perfectos para un almuerzo rápido y delicioso. Sin embargo, como el mercado puede estar abarrotado, es aconsejable que vigiles de cerca tus pertenencias mientras disfrutas del enriquecedor ambiente multicultural y de los deliciosos aromas que inundan el aire.

El Museo Subacuático de Marsella es un museo de arte subacuático situado a 100 metros de la playa des Catalans. Una pequeña pero interesante colección de 10 esculturas de arenisca que se encuentra a 5 metros bajo la superficie, cada una cubierta por un fino velo de musgo marino.

Los nadadores aventajados pueden explorarlo de forma gratuita e independiente. Lleva un tubo de buceo, aletas y traje de neopreno a la playa des Catalans, y nada hacia el oeste, hacia las boyas amarillas. También puedes unirte a las excursiones de snorkel y buceo de pago que organiza el museo durante los meses más cálidos. Además, no se trata solo de una maravilla submarina, sino que también el proyecto recauda fondos para proteger la biodiversidad marina de la región.