Los 11 monumentos más importantes de París

La Torre Eiffel, símbolo emblemático de París, se alza majestuosa en el Campo de Marte y atrae a millones de visitantes con vistas panorámicas de la ciudad. La también llamada Dama de Hierro es visita obligada si vienes a la capital gala. Con una altura de 324 metros, tres pisos y una escalera de 674 peldaños, es difícil que no la veas.

La estructura acoge un restaurante con estrella Michelin y un bar de macarons en la segunda planta, así como una champañería en la tercera. Su fama la convierte en un lugar concurrido, así que presta atención a los estafadores que merodean por la zona. Te recomendamos reservar la entrada online con antelación si quieres subir a la cima en ascensor.

El Arco del Triunfo es, sin duda, uno de los emblemas de París. Esta enorme estructura, inaugurada en 1836, se construyó para conmemorar la victoria napoleónica de 1805 en Austerlitz, y es hoy un homenaje a los soldados franceses que perdieron la vida luchando durante la Gran Guerra, las guerras napoleónicas y la Revolución francesa.

La imponente construcción, de 50 metros, está en el extremo oeste de los Campos Elíseos, en el centro de la plaza Charles de Gaulle. En sus muros están grabados los nombres de todas las victorias bélicas francesas y sus generales, y bajo la estructura verás la Tumba del Soldado Desconocido. Puedes subir los 280 escalones hasta la azotea del arco para disfrutar de las vistas.

La Catedral de Notre-Dame es una impresionante catedral gótica situada en el IV distrito de París. Se trata de una de las primeras catedrales góticas, cuya construcción empezó en 1163 y tardó unos 300 años en completarse. El edificio está decorado con hermosas esculturas, gárgolas y coloridas vidrieras policromadas, y su característica estructura de arbotantes es una de las primeras muestras de este tipo.

La fama mundial de la catedral se disparó con la publicación, en 1831, de la novela de Víctor Hugo El jorobado de Notre-Dame, que la convirtió en sinónimo de la cultura parisina desde entonces. El devastador incendio de 2019 provocó una avalancha mundial de apoyo y esfuerzos para restaurar esta emblemática obra maestra para las generaciones futuras.

El Panteón es un alto monumento neoclásico con una inconfundible cúpula que está situado en el Barrio Latino de París. El Panteón, concebido originalmente para ser una iglesia, se construyó entre 1758 y 1790, y sirvió de necrópolis para personajes franceses ilustres. La impresionante fachada del edificio sigue el estilo de los templos clásicos griegos y presenta enormes columnas corintias adornadas con elaboradas esculturas obra de David d’Angers.

En el interior de la cúpula verás una réplica del famoso péndulo diseñado por Léon Foucault para demostrar la rotación terrestre y, bajo el edificio, descansan los restos de algunas de las figuras francesas más destacadas, como Voltaire, Rousseau y Víctor Hugo.

La pirámide del Louvre es una espectacular pirámide acristalada y la entrada principal al Palacio del Louvre. Esta estructura de líneas puras diseñada por el arquitecto chino-americano Ieoh Ming Pei está ubicada en la Cour Napoléon y se proyectó para facilitar la entrada al elevado número de visitantes que recibe el Louvre al año.

La pirámide principal, de 21,6 metros, está rodeada de tres más pequeñas, y todas se construyeron solo con tubos metálicos y piezas de cristal. La obra concluyó en 1989 y desde entonces se ha convertido en uno de los puntos de referencia modernos más populares de París. El diseño contemporáneo de la pirámide ofrece un auténtico contraste con la arquitectura clásica del palacio y, durante la noche, su impresionante iluminación la llena de vida.

Sainte-Chapelle es una magnífica capilla real situada en la isla de la Cité, en medio del río Sena. Se encuentra en el interior del medieval Palacio de la Cité, residencia de los reyes de Francia hasta el siglo XIV. El edificio, cuya construcción llevó solo siete años, fue consagrado en 1248 y se considera una joya del gótico.

La capilla fue un encargo del rey Luis IX para albergar una colección de reliquias cristianas, incluida la corona de espinas de Cristo, y es conocida por sus resplandecientes vitrales de 15 metros de alto. Los 15 paneles representan con vivos colores escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento, y relatan eventos de la historia hasta la llegada a París de las reliquias de la capilla, en 1239.

El Palacio Garnier es un suntuoso teatro de ópera de estilo neobarroco situado en el IX distrito de París. Este bello recinto con capacidad para 2000 espectadores fue un encargo de Napoleón para albergar la Ópera de París entre 1861 y 1875, y una obra maestra de la arquitectura teatral del siglo XIX.

Su majestuoso exterior es el punto de interés más visible del famoso distrito comercial de Opéra-Haussmann. En el interior, la gran escalinata recibe a los visitantes antes de acceder al lujoso auditorio, con altos techos decorados y mobiliario borgoña. El edificio, también llamado Ópera Garnier u Ópera de París, es hoy la sede del Ballet de París, que actúa regularmente en este lujoso espacio.

La basílica del Sagrado Corazón es uno de los monumentos más impresionantes de París. Esta espectacular iglesia, pieza elemental del pintoresco horizonte parisino, se eleva sobre las encantadoras calles adoquinadas de Montmartre, en el punto más alto de París. La fachada de color blanco y los elementos de inspiración bizantina del edificio, consagrado en 1919, lo hacen distinguirse entre los lugares de interés de la ciudad.

El Sagrado Corazón, construido para contrarrestar “un siglo de decadencia moral” tras la Revolución, es símbolo de orgullo cívico y de importancia religiosa, aunque sigue funcionando hoy como iglesia católica romana. Déjate maravillar por su asombrosa arquitectura, su colección de bellas artes y sus vistas panorámicas de París.

El cementerio del Père Lachaise es el más extenso y prestigioso de París. Este evocador parque tiene una extensión de más de 40 hectáreas y alberga más de 70 000 tumbas. Es el cementerio más visitado de la ciudad por el incontable número de símbolos culturales que están aquí enterrados, como Frédéric Chopin, Édith Piaf, Oscar Wilde y Jim Morrison, cantante de The Doors.

El cementerio presenta casi todos los estilos funerarios imaginables, desde tumbas góticas y mausoleos de estilo arcaico hasta nichos haussmanianos. Visitar un cementerio puede parecer algo macabro, pero sus senderos adoquinados y su entorno arbolado lo hacen perfecto para un agradable paseo parisino en un día soleado.

La Conciergerie, en la isla de la Cité, es un espectacular monumento con un importante y complejo papel en la historia de Francia. Nacido como el Palacio de la Cité, fue la sede del poder parisino hasta que el rey Carlos V lo abandonó para instalarse en el Louvre, en el siglo XIV. Tras cambiar de nombre por Conciergerie, fue sede parlamentaria hasta finales del XVIII, cuando, durante la Revolución, se utilizó como cárcel para prisioneros políticos y criminales.

La más famosa entre sus malogrados residentes es María Antonieta, y actualmente hay una capilla conmemorativa en la que fue su celda. El edificio, con sus intimidatorias torres góticas impregnadas de historia francesa, está hoy en día abierto al público.

La Llama de la Libertad de París es una réplica a escala real de la emblemática antorcha encendida de la Estatua de la Libertad. La parte de la llama de esta escultura de 3,6 metros de alto, símbolo de la amistad entre Francia y EE. UU. que la propia Estatua de la Libertad representa, está hecha de cobre y recubierta de pan de oro.

El monumento fue un donativo del periódico International Herald Tribune a la ciudad de París, en 1986, para conmemorar el centenario de la publicación y agradecer a Francia su participación en la restauración de la Estatua de la Libertad. En los últimos años, la Llama se ha convertido en una especie de santuario no oficial en recuerdo a Diana de Gales, tras su trágica muerte en París en 1997.