10 castillos franceses en los que disfrutar del vino

Creado en la Edad Media y clasificado como "Grand Cru" desde el año 1855, el Château La Tour Carnet es uno de los vinos de Burdeos más antiguos que se producen en la región del Médoc. Una estancia en una de las dos suites disponibles en el castillo constituye un auténtico viaje al pasado en un suntuoso entorno histórico. Durante tu estancia de lujo en el Château La Tour Carnet, descubrirás todos los detalles que caracterizan la elaboración de los vinos, podrás pasear por los bellos terrenos y, por supuesto, probar los extraordinarios caldos que se elaboran en ellos.

Situado en Clessé, en el corazón de Borgoña, el Château de Besseuil es un castillo del siglo XVI que esconde auténticas suites antiguas, habitaciones modernas, viñedos, una enoteca y un restaurante ideal para vivir una verdadera experiencia gastronómica. El Château de Besseuil está literalmente rodeado de viñedos y es el lugar perfecto para descubrir la riqueza de los vinos de Borgoña en un entorno congelado en el tiempo que, sin embargo, cuenta con todas las comodidades de hoy en día, incluida una piscina, para que puedas disfrutar de unas vacaciones perfectas. El dinámico personal del Château de Besseuil te ayudará a descubrir cada aroma y cada matiz, desde la producción hasta el fino arte de la cata, por lo que, además de divertida, será una escapada la mar de instructiva.

El Château Grand Barrail es un espectacular castillo del siglo XIX ubicado en Saint-Émilion, cerca de Burdeos, la capital vinícola de Francia. El edificio es un elegante hotel con spa de cuatro estrellas que constituye un alojamiento de primera categoría, sobre todo si te apasionan los vinos. La finca produce el "Grand Cru" Château Grand Barrail Lamarzelle Figeac, un excelente tinto célebre por su delicadeza y solidez.

El Château de Bagnols se erigió en el siglo XIII y es una fortaleza muy bien conservada ubicada en una región montañosa a unos 25 kilómetros al noroeste de Lyon, la capital gastronómica de Francia. Las 27 habitaciones y suites del castillo ofrecen instalaciones modernas combinadas con elementos antiguos, y el restaurante cuenta con la buena mano de un chef galardonado con una estrella Michelin. El Château de Bagnols forma parte de la "Ruta del Beaujolais", acoge una impresionante bodega y organiza excursiones a los viñedos de los alrededores, por lo que es una opción más que fantástica.

El Château de Panisseau está situado en Dordoña, entre el valle del Loira y los Pirineos, una región célebre por su gastronomía y por los vinos de Bergerac. El castillo data del siglo XII, pero el origen de algunos de los viñedos que lo rodean se remonta al año 281 d. C. Las habitaciones ocupan una elegante casa de campo con vistas a la fortaleza, y durante tu estancia podrás disfrutar de una excelente selección de excursiones y actividades relacionadas con el vino para que descubras los caldos de Bergerac que se producen en el Château de Panisseau.

Situado en las afueras del suroeste de Narbona, a unos diez kilómetros del mar Mediterráneo, el Château de Jonquières está declarado Monumento Histórico y acoge cuatro habitaciones espectaculares para pasar la noche. Estos viñedos familiares datan del siglo XII y producen vinos orgánicos. Además, en ellos tendrás la oportunidad de descubrir, probar y comprar auténticos tintos, blancos y rosados con denominación de origen Terrases du Larzac. Y, como verás, el castillo rebosa encanto, al igual que sus propietarios.

El Château de Berne constituye la escapada de lujo perfecta para unas vacaciones de relax en las famosas montañas de la Provenza. Este castillo del siglo XVIII está completamente dedicado al bienestar y equipado con instalaciones de primer nivel. Se trata de un hotel de cinco estrellas con spa, viñedos y restaurante gurmé de larga tradición, pues se encuentra en la misma ubicación que ya ocupaba una finca vinícola en la Galia romana. Además, en él descubrirás una exquisita selección de rosados, blancos y tintos elaborados a partir de un amplio abanico de uvas, como las syrah, las sémillon y las cabernet sauvignon, entre muchas otras.

El Château de l'Oiselinière y sus viñedos tienen sus raíces en el siglo XIV en un área situada a 20 kilómetros al sureste de Nantes. El castillo se reconstruyó por completo a principios del siglo XIX y, en la actualidad, ofrece habitaciones en una atmósfera y decoración de otra época. Aquí tendrás la oportunidad de descubrir y probar una excelente variedad de blancos muscadet, pero también de recorrer los terrenos en compañía del propietario y visitar las bodegas para probar la última cosecha. En definitiva, un auténtico viaje a través del tiempo y los sabores de un prestigioso caldo del oeste de Francia.

Rodeado de viñedos, el Domaine de Cabasse es un coqueto hotel de tres estrellas en el que te podrás alojar y disfrutar de unas vacaciones perfectas en una región montañosa y soleada del valle del Ródano. Además, tendrás la oportunidad de descubrir uno de los vinos franceses más populares, el Côtes du Rhône, así como siete etiquetas de rojos, blancos y rosados que se elaboran en la finca y sus alrededores. Como complemento de las excursiones y actividades relacionadas con el sector, el Domaine de Cabasse también cuenta con piscina climatizada y ofrece clases de cocina.

El Château Les Carrasses es un espectacular castillo y finca vinícola del siglo XIX ubicado a 16 kilómetros al noreste de Narbona, en el departamento de Hérault. Con habitaciones pensadas para disfrutar de una privacidad absoluta, además de restaurante, bodega exquisitamente aprovisionada y todas las instalaciones de un alojamiento de primer nivel, constituye un lugar muy agradable para una escapada. Las bodegas se hallan a pocos kilómetros del castillo, y los vinos que en ellas se producen son de calidad excepcional, sea cual sea la variedad. Y hay muchas: syrah, garnacha blanca, vermentino, marsanne y viognier.