Las 10 mejores playas poco conocidas de Europa

La cala Llentrisca, en Ibiza, aúna todo lo que se nos viene a la cabeza al pensar en el verano: aguas turquesas, blanquísimas arenas y un paisaje idílico para desconectar. Con esas condiciones, ¿cómo no incluirla entre las playas que visitar alguna vez en la vida?

Es verdad que Ibiza es uno de los destinos favoritos de los viajeros en época estival, y que las zonas turísticas pueden estar algo masificadas, pero esta cala virgen es perfecta para encontrar algo de tranquilidad. Se encuentra en el municipio de Sant Josep de Sa Talaia y, aunque tendrás que andar un poco para llegar, el esfuerzo merece la pena. Sobre todo si te gusta bucear: sus aguas transparentes y la abundante posidonia son todo un sueño.

Está claro que, si por algo se caracteriza Mallorca es por sus espléndidas playas, y la de Es Coll Baix es una de las más especiales. Se encuentra en un entorno idílico, resguardada entre altísimos acantilados, por lo que pasar un día aquí es un auténtico gustazo para los sentidos.

Situada a unos 8 km de Alcudia, uno de los puntos más visitados de la isla, esta playa de piedras es perfecta para bucear o hacer esnórquel. Eso sí, al tratarse de una playa virgen rodeada de naturaleza, tendrás que llevarte todo lo necesario para pasar el día. Aunque te recomendamos no cargarte con demasiadas cosas para que no se te complique el camino a pie hasta la playa, ¡que para eso estás de vacaciones!

Portugal, y más concretamente el Algarve, ofrece un maravilloso litoral lleno de rincones por descubrir, y la playa de Arrifana es uno de ellos. Esta playa extensa con forma de concha es una de las favoritas de los amantes del surf y, si pasas unos días en el Algarve, tienes que visitarla sí o sí.

Situada en el municipio de Aljezur, los impresionantes acantilados de pizarra que la rodean la protegen del viento, por lo que podrás disfrutar al máximo de los rayos del sol sin que nada te arruine el momento. Si te animas, puedes acercarte a la fortaleza de Arrifana, con unas magníficas vistas panorámicas de la costa. Sin duda, el país vecino siempre sabe cómo conquistarnos.

Si al pensar en las mejores playas menos conocidas de Europa no se te ocurre ninguna francesa, eso es porque aún no conoces la zona de las Calanques, en la Provenza. Estas calas de aguas azules rodeadas de altísimos promontorios forman parte del parque nacional homónimo y ofrecen numerosos rincones para perderte.

A pesar de que el acceso a muchas de estas playas no es sencillo y a algunas de ellas solo podrás llegar por mar, nos parecen una visita obligada si viajas por la zona de Marsella en época estival. ¿Un planazo perfecto? Alquílate un kayak para recorrer varias de estas calitas: no solo lo pasarás en grande, sino que las vistas desde el agua son una auténtica maravilla.

Muy cerca de la ciudad de Valencia y del parque natural de la Albufera está El Saler, una playa de gran valor ecológico, perfecta para disfrutar a orillas del Mediterráneo. Un entorno de pinares y dunas donde podrás hacer senderismo, montar en bici o, simplemente, tirarte en las cálidas arenas y no hacer nada en absoluto.

Si te gusta la ornitología, te interesará saber que el Saler es un lugar muy frecuentado para el avistamiento de aves acuáticas. ¿La mejor forma de completar tu ruta por la zona? Pues lo tenemos claro: con una buena paella, que por algo estás en Valencia. Elige algún restaurante con vistas al mar y saborea cada instante de tu estancia valenciana.

La playa de Pinarello es una de las más bonitas de la isla de Córcega, y por suerte aún no está muy masificada, así que podrás disfrutarla a tus anchas. Situada en la localidad del mismo nombre, esta idílica playa está rodeada de pinos y montañas, pero también cuenta con bares, restaurantes y tiendas, de modo que lo tendrás todo a tu alcance para no tener que preocuparte por nada.

Se trata de una playa extensa que también cuenta con un puerto deportivo. Y si lo tuyo es el turismo activo, en Pinarello podrás hacer surf, alquilar una moto acuática o hacer alguna excursión en barco. Hay muchos pueblecitos pintorescos cerca, así que no tendrás tiempo para aburrirte.

¿De escapada por Grecia? Hay una ruta que no te puedes perder, y es la que lleva del lago Vouliagmeni al cabo de Sunion, al sureste de Atenas. Desde luego, se trata de dos grandes joyas naturales poco conocidas y a muy poca distancia de la capital, por lo que nos parecen el complemento perfecto a cualquier escapada cultural.

De la zona de Vouliagmeni nos gustan el lago de aguas termales, la playa homónima privada, las cuevas submarinas y las espléndidas vistas desde los acantilados. Del cabo de Sounion, a menos de una hora en coche, nos quedamos con el impresionante templo de Poseidón, la belleza de las puestas de sol y las espléndidas aguas azules.

La playa de Kelebekler Vadisi (o el valle de las Mariposas) es una de las mejores de Turquía, y lo mejor de todo es que no suele estar muy concurrida. Esta cala recóndita de aguas turquesas, a la que se puede acceder en barco, ofrece un entorno de escarpados acantilados y arenas blancas digno de postal.

Este valle, que recibe su nombre por la gran variedad de especies de mariposas que lo habitan, es uno de los rincones más especiales de Turquía. Para redondear tu viaje por la zona, visita algunos de los pueblecitos cercanos, practica esnórquel o haz senderismo por los alrededores y descubre las pintorescas cascadas. ¡Un lugar perfecto para salir de la rutina!

La playa de Es Trenc, una de las más emblemáticas de Mallorca, se encuentra en el sur de la isla, y sus aguas cristalinas te enamorarán. Pasea por el extenso arenal de casi 3 km, practica esnórquel y disfruta de uno de los mejores atardeceres de la isla. ¿Y lo mejor? Todo ello lejos de los grandes grupos de turistas.

Esta playa es una de las favoritas de los nudistas, y su rico entorno le ha valido el reconocimiento de Área de Natural de Especial Interés. Además de darte un buen chapuzón en sus aguas, podrás visitar las salinas de Es Trenc o los cercanos humedales de Salobrar de Campos, donde, en otoño, se pueden avistar muchas aves migratorias.

Entre las mejores playas de Europa y, sorprendentemente, de las menos conocidas, se encuentran las de la isla de Vis, en Croacia. Comunicada con la ciudad de Split mediante ferri, esta isla bañada por el Adriático ofrece playas, calas y cuevas en un entorno mágico que invita al relax.

Como la isla es pequeña, solo necesitarás un par de días para recorrerla, aunque ya te adelantamos que querrás alargar al máximo tu estancia. Si ese es el caso, puedes visitar las ciudades de Komiza y Vis, con numerosos puntos de interés histórico. Por supuesto, reserva gran parte del tiempo para disfrutar del mar: la estrecha playa de Stiniva, rodeada de acantilados de piedra, es una auténtica joya.