10 restaurantes increíbles de Barcelona

Can Pineda es un restaurante catalán que empezó como pequeña bodega y taberna en 1904 y se ha convertido en una auténtica institución gastronómica en Barcelona. Se trata de un lugar muy popular entre los habitantes de la ciudad y un sitio imprescindible si vienes de visita.

Este acogedor refugio tiene capacidad para solo 30 personas y en él se sirven platos elaborados con ingredientes locales de temporada. Verás influencias francesas, italianas y nacionales, pero el estilo de cocina sigue siendo catalán tradicional. El restaurante cuenta con un sumiller que te ayudará a elegir el mejor vino para acompañar tu selección de platos. Tras disfrutar de la deliciosa cena, quizá quieras probar sus bombetas como postre. Estos bocados crujientes rellenos de chocolate son el broche de oro perfecto a una comida inolvidable.

El 7 Portes es un emblemático restaurante que lleva en pie la friolera de dos siglos y que es, sin duda, un lugar fantástico para descubrir la auténtica gastronomía catalana en Barcelona. El local es célebre por su suculento pescado y sus platos de paella clásica. Aunque los sabores siguen siendo tradicionales, algunos de las opciones del menú llevan un toque actual. Te recomendamos su reinterpretación de la receta regional del pollo al vino, que aquí se cocina asado con setas y moscatel.

Situado en el regio paseo de Isabel II, el 7 Portes presenta una decoración bucólica que transporta al comensal a la vieja Barcelona. Los suelos de losas blancas y negras, y las gruesas vigas de madera te harán sentir que estás en un establecimiento de otra época.

La Cova Fumada es célebre por ser el lugar en el que se elaboró la primera bomba. Si adoras estas croquetas hechas con puré de patatas y alioli, tienes que probarlas aquí. Cada bomba casera se cocina al momento y se sirve con salsa picante.

Pero, además, el menú de La Cova Fumada también incluye una amplia variedad de tapas y de platos de pescado y marisco. Entre ellos te recomendamos el calamar a la brasa, los buñuelos de bacalao, las gambas y los recortes de pulpo. Todo se sirve en raciones pequeñas, para que puedas probar más cositas.

Martínez es un restaurante acurrucado en las montañas de Montjuic que ofrece vistas panorámicas de Barcelona y el Mediterráneo. Su terraza con decoración de madera crea un ambiente acogedor perfecto para almuerzos al aire libre cuando el día es cálido y una atmósfera romántica que invita a disfrutar de un cóctel si lo eliges para cenar.

En Martínez se sirven platos tradicionales como paella, tapas, carnes a la brasa y pescados. Entre sus exquisiteces te recomendamos los boquerones, los buñuelos de bacalao o el jamón ibérico. Todo ello acompañado de alguno de sus excelentes vinos locales. Puedes disfrutar de un almuerzo sustancioso a base de rape, ternera y arroz socarrat o mimarte con una cena de carne y langosta.

Aunque en Espaisucre no se sirve cocina catalana tradicional, sigue siendo un lugar muy recomendable para visitar en Barcelona, ya que lideró la tendencia de restaurantes de postre en la ciudad y promete una experiencia inolvidable.

A medida que se sirve cada plato, una guía audiovisual describe la historia del manjar en cuestión. Te sorprenderá conocer los complejos detalles y la ciencia que se esconden detrás de la elaboración de todas sus delicias. Sus variados menús nunca decepcionan, tanto si te encantan los dulces como si no. El de degustación incluye tres tapas saladas, tres dulces y cinco postres. También encontrarás una carta de quesos y otra de chocolates que, sencillamente, no es de este mundo.

El restaurante Mirabé es un establecimiento ideal si buscas un lugar exclusivo en Barcelona para celebrar una ocasión especial. Aquí podrás disfrutar de platos mediterráneos en un salón elegante o en una amplia terraza con vistas espectaculares a la capital catalana.

Te recomendamos probar su tartar de atún, la paella de marisco, la lubina o las carnes a la brasa. Tanto si pides tapas como platos, podrás acompañarlos de buenos vinos, champanes o licores, y finalizar la cena con un postre como el helado de jengibre, la tarta de manzana, el coulant de chocolate o el tiramisú.

La Paradeta es un restaurante de pescado y marisco en Barcelona en cuya entrada encontrarás un largo expositor con la mercancía que les llega directa del mercado. Aquí podrás elegir entre una selección muy amplia de la captura del día antes de que te la preparen tal y como les digas.

Si el día es fresquito, puedes entrar en calor con un cuenco de sopa de rape o crema de langosta. También puedes disfrutar de calamar a la brasa, filete de atún, chipirones rebozados, gambas al vapor o almejas rehogadas. Y no olvides maridar tu comida con un buen vino blanco o acompañarla de una cerveza.

En Bodega Vasconia descubrirás que la gastronomía catalana es mucho más amplia de lo que pensabas. Se trata de un acogedor local escondido en un estrecho pasaje del Barrio Gótico de Barcelona que resulta perfecto para probar platos locales y nacionales. Su colorida decoración de mosaico y las mesas de mármol añaden aún más encanto a su atmósfera cálida y agradable.

Además del estofado de rabo de toro, con una carne que se deshace en la boca, también te recomendamos la carrillada de cerdo y el pulpo a la gallega. Y quizá quieras acompañar estas delicias con un buen vino o su vermú casero.

La Xampanyeria ofrece tapas locales a precios asequibles en un lugar repleto de lugareños. Si quieres disfrutar de una experiencia culinaria auténticamente barcelonesa, este es el sitio. Se trata de un bar pintoresco, cuyo nombre formal es Can Paixano, que lleva más de 50 años sirviendo cava y espumosos.

Suele estar repleto tanto de barceloneses como de visitantes, pero el servicio es bastante rápido y su selección de tapas, quesos y vinos es excelente, por lo que merece la pena la excursión. No te marches sin probar su cava rosado.