Los 10 mejores parques nacionales de España

Repartida entre Asturias, Cantabria y León se halla una de las joyas naturales de la península, y para descubrir todos sus secretos no te faltarán opciones. Desde rutas guiadas hasta recorridos a caballo o incluso en quad, encontrarás también muchas sendas señalizadas, para que puedas ir a tu propio ritmo. Y es que en este parque nacional avistarás algunos de los paisajes más espectaculares de las tres provincias por las que se extiende, como los lagos de Covadonga, el desfiladero de la Hermida o el valle de Sajambre. Además de todos estos reclamos, tu visita puede contar con toques de emoción extra gracias a las actividades de aventura que allí se ofrecen, como el descenso en canoa por el río Sella, el barranquismo o el rafting. ¿Qué más se puede pedir?

En el centro de la península ibérica se encuentra esta esplendorosa sierra con multitud de sendas que en su día fueron creadas por los habitantes de sus pueblos y en la actualidad usan visitantes de toda índole. Su clima frío durante el invierno invita a los más intrépidos a realizar ascensiones en la nieve y a disfrutar de su área recreativa, donde podrás practicar esquí de fondo, snowboard o incluso deslizarte en trineo por sus espectaculares mantos nivales. Además, no podemos dejarnos atrás el rico patrimonio cultural que ofrece la sierra de Guadarrama, en la que reyes, nobles y religiosos decidieron erigir sus edificaciones durante siglos. Es decir, que no te puedes perder una visita al castillo de Manzanares o al palacio de San Ildefonso.

A poco más de una hora de Mallorca, encontramos este enclave al que solo se puede acceder desde el mar. Prepara tu cámara antes de llegar, porque no vas a querer olvidar la belleza de las vistas que ya divisarás desde el barco. Las islas e islotes que conforman este parque protegido cuentan con una amplia costa en la que podrás pisar playas, cantiles rocosos y acantilados (aviso si tienes vértigo: algunos son de una altura considerable). Y para esos días de primavera y verano en los que la calor aprieta, no te preocupes, y es que puedes sacarle el máximo provecho a sus aguas cristalinas. Obviamos el hecho de que te des un baño, claro, y vamos más allá, con actividades como el esnórquel o el buceo, todo un placer para los enamorados de la vida marina.

Este humedal es uno de los más emblemáticos de España y uno de los mayores tesoros de la provincia de Ciudad Real. Elige cómo quieres visitarlo, ya sea a pie, en todoterreno o bien en canoa. Por supuesto, no podemos hablar de este parque sin recomendarte que explores su flora y fauna: son únicas, gracias a su ecosistema acuático, y todo un descubrimiento para los amantes de las aves. Pero es que, además, las visitas a las Tablas de Daimiel van a fascinar tanto tu vista como tu paladar: practica el enoturismo y descubre los excelentes viñedos de estas tierras. Y cuando el hambre apriete, acompaña tu cata con las manjares típicos de la zona en los restaurantes que ofrecen las bodegas. Ya se sabe que, con el estómago lleno, ¡se viaja mejor!

Comparte territorio con Toledo y Ciudad Real, y es famoso por haber estado a punto de convertirse en campo de tiro, aunque los vecinos y organizaciones ecologistas de toda España frenaron el proyecto y hoy en día es hogar de muchas especies en peligro de extinción. Y, bueno, si no es suficiente la adrenalina que vas a sentir cuando avistes la fauna ibérica más amenazada, también puedes aprovechar tu paso por este precioso bosque para pasártelo en grande y poner a prueba tu manejo del tiro con arco, disfrutar de rutas en piragua o retar a tus amigos a una partida de paintball en plena naturaleza.

Situado en el centro de la isla de La Palma, es el principal atractivo de la “isla bonita”, por lo que es imprescindible una visita si pasas por el archipiélago. Su naturaleza volcánica es reflejo de su hogar, y ha dado lugar a un paisaje escarpado repleto de acantilados y cascadas que te van a regalar unas fotos que más quisieran tener en su perfil los influencers más famosos. Eso sí, te recomendamos (y muy mucho) que visites alguno de sus miradores astronómicos cuando se ponga el sol, y es que la claridad del cielo nocturno y la cantidad de estrellas que puedes vislumbrar desde ellos serán la guinda de tu álbum en este viaje.

Los cuatro archipiélagos que conforman este conjunto (Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada) emergen del mar y se encadenan para embellecer el paisaje marino con sus acantilados, que hacen de balcones al océano Atlántico. Cada una de estas islas atesora paisajes inolvidables y leyendas propias que embelesan a cualquiera. En Sálvora, por ejemplo, se encuentra la estatua de una sirena con nombre propio: Mariña, de la que se dice que era muda y pronunció su primer sonido al ver a su hijo en peligro de caer en una hoguera. Y, en los fondos marinos de las islas Cíes, cuyas aguas sirvieron de campo de batalla en enfrentamientos con piratas, se han encontrado barcos y galeones. ¿No te apetecería participar en una búsqueda del tesoro tan real como la belleza de estos parajes? Disfruta del placer de bucear al tiempo que vives una aventura inigualablemente mágica.

Entre Huelva, Sevilla y Cádiz se halla la mayor maravilla biológica de la Costa de la Luz. Este mosaico de ecosistemas ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad, y es morada de algunas especies únicas, como el lince ibérico. Si te decides a visitarlo (cosa de la que no te vas a arrepentir) te recomendamos que empieces tu viaje en la pequeña aldea de El Rocío (Huelva), que sirve de entrada al parque y es tan famosa en estos lares por la romería, festividad cuyo camino atraviesa además parte de Doñana. Y si el sol no da tregua, mejor, ¡ya tienes excusa para darte un chapuzón en alguna de sus preciosas playas vírgenes de arena blanca!

Lanzarote: turismo de sol y playa. No es que no sea verdad, pero es un resumen muy vago... porque esta isla es mucho más que eso. Y si quieres comprobarlo con tus propios ojos, visita el Parque Nacional de Timanfaya. Maravíllate con la belleza única de su entorno, con mares de lava y tonos oscuros y rojizos, fruto de las erupciones “recientes” del lugar. No te asustes, que la última fue en 1824. Aunque si tienes curiosidad por este fenómeno de la naturaleza, en el mismo parque puedes asistir a una simulación que recrea las erupciones volcánicas que se produjeron en Lanzarote durante el siglo XVIII. Si es que esta isla tiene tanto que ofrecer…

En la parte alta de la Gomera se encuentra el Parque Nacional de Garajonay, con temperaturas suaves, una vegetación frondosa y bosques que conservan la flora que poblaba el área mediterránea hace millones de años: todo un espectáculo que contrasta con la aridez de la isla. Si alguna vez te has imaginado adentrándote en un cuento de hadas, este parque y su maravillosa flora ponen el telón de fondo a tus sueños. Además, los magníficos parajes insulares hacen posible que puedas aprovechar tu viaje para realizar rutas multiaventura en las que combines el senderismo, el kayak de mar o la bicicleta de montaña, entre muchos otros. Sin duda, este parque no dejará indiferente a nadie.