Las 10 mejores escapadas de fin de semana en España

Famosa por su patrimonio histórico y su belleza monumental, Sevilla es una de esas ciudades a las que se les puede sacar muchísimo partido en un viaje de 48 horas, ya sea en una escapada romántica o familiar.

Durante el día, visita puntos de interés como la Giralda o la Torre del Oro (declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), pasea por la emblemática plaza de España o por el tradicional barrio de Triana, y recorre en barco el corazón de la capital: el Guadalquivir. Al anochecer, degustar la gastronomía local en los bares míticos del centro o asistir a un espectáculo de flamenco serán el punto de partida perfecto para una noche con un color especial por Sevilla.

Valencia es una ciudad idónea para planear un viaje relámpago. La arquitectura de vanguardia, la gran oferta cultural y el clima suave convierten a la capital de la Comunidad Valenciana en un destino perfecto para todo tipo de viajes, incluso una breve (pero intensa) escapada de fin de semana.

La Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Oceanogràfic, los jardines del Turia… Llenar tu agenda de actividades para todas las edades será pan comido. Si buscas algo especial, pásate por el Mercado Central, donde podrás comprar (¡y degustar!) productos típicos de la zona. Si el tiempo acompaña, acércate a la playa de la Malvarrosa, a solo 8 kilómetros del centro, y saborea una paella auténtica junto al mar.

Considerada un paraíso para los surferos y los amantes de los sabores del mar, Cádiz es un destino ideal para una fin de semana de relax que no se parecerá a ningún otro.

Empieza el día paseando por el evocador casco histórico, con paradas en la catedral y en el mercado central. Para comer, deléitate con el famoso pescaíto frito gaditano y las tortillitas de camarones en alguna terraza antes de dirigirte a la playa para reposar la comida a orillas del mar. La playa de la Caleta se encuentra al lado del castillo de San Sebastián, cuyas vistas al atardecer son sencillamente mágicas. Para terminar la jornada, explora la vida nocturna gaditana hasta que el cuerpo aguante.

Bilbao es el destino de fin de semana por excelencia de aquellos que quieren disfrutar de un viaje dinámico y cultural. Si a esto le sumamos sus característicos bares de pinchos y su animada vida nocturna, está claro que se trata de una ciudad a la que sacarle partido de día y de noche.

La visita al Museo Guggenheim de Bilbao la damos por sentada, pero 48 horas dan para mucho, ¡y Bilbao, también! Así que ponte calzado cómodo para callejear por las Siete Calles del Casco Viejo y dirígete después al funicular de Artxanda para disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad desde uno de sus mejores miradores. ¡Prepara la cámara!

Aunque quizás no sea uno de los primeros sitios que nos vienen a la mente para hacer una escapada de fin de semana, Zaragoza tiene algo especial que la hace digna de entrar en esta lista. Desde luego, si buscas un destino tranquilo y agradable, darás en el clavo.

El fin de semana perfecto por Zaragoza pasa por visitar puntos de interés histórico como la basílica de Nuestra Señora del Pilar o el palacio de la Aljafería, pero también por disfrutar de estampas de postal, como la del puente de Piedra y el pretil de San Lázaro. Y después de tanto caminar, llena el estómago con platos tradicionales, como las migas aragonesas o el ternasco asado. ¡Un finde perfecto!

Granada no necesita presentaciones: la majestuosa Alhambra, los románticos miradores del Albaicín, el legendario ambiente universitario o las famosas tapas son algunos de los atractivos que la hacen idónea para una visita de un fin de semana.

Además de contar con un bonito casco histórico que se puede recorrer perfectamente a pie, uno de los puntos fuertes de la ciudad es su cercanía al mar y a la montaña, por lo que en un mismo fin de semana podrás disfrutar de una jornada de esquí en Sierra Nevada y de un paseo a orillas del Mediterráneo. Sin duda, dos planazos que completarán un fin de semana redondo por una de las ciudades andaluzas con más encanto.

La ciudad de Málaga, uno de los destinos de sol y playa más populares, ha hecho una importante apuesta cultural en los últimos años que la distingue del resto. Por eso, tanto si buscas dos días de fiestas y gastronomía marinera (¡imprescindible probar los espetos!) como si quieres llenar tu agenda de visitas a museos y teatros, Málaga tiene algo para todos los gustos.

Apunta el Museo Picasso o el Museo Carmen Thyssen entre las paradas obligadas. Como ambos están en pleno centro, podrás recorrer el casco histórico entre visita y visita. Al atardecer, tómate algo en una de las terrazas de moda o súbete a la noria Mirador Princess para contemplar las magníficas vistas de la ciudad.

San Sebastián, conocida por la emblemática playa de la Concha y por el prestigioso Festival Internacional de Cine de San Sebastián, no solo conquistará a los fanáticos del séptimo arte, sino a todos los viajeros que busquen planes relajados con espacio para la improvisación.

En solo un par de días puedes pasear por la bahía, perderte por las callejuelas de la parte vieja, aprender a escanciar sidra en cualquier tasca, o visitar el monte Urgull y contemplar las vistas de la ciudad con la puesta de sol. Si viajas en familia, no te pierdas el Aquarium de San Sebastián ni el parque de atracciones Monte Igueldo, al que se llega mediante un agradable paseo en funicular.

Alicante, uno de los principales destinos vacacionales de la Comunidad Valenciana, es una ciudad tranquila que puedes recorrer a pie, saboreando cada minuto de tu escapada. Olvidar el reloj será el mejor plan para el fin de semana.

Para subir al castillo de Santa Bárbara, desde donde se divisan maravillosas vistas de la localidad bañada por el mar, puedes optar por el ascensor que se encuentra junto a la playa del Postiguet, coger el coche o caminar, ¡tú eliges! Tras la visita, recupera las fuerzas tomando el sol en la playa de San Juan o visita la isla de Tabarca, a la que se puede llegar en menos de una hora en barco desde el puerto de Alicante.

Córdoba, con su riqueza histórica, es todo un clásico para una breve escapada con encanto. Desde luego, esta bella ciudad andaluza ofrece un importante legado monumental digno de conocer, como la Mezquita-Catedral, el Alcázar de los Reyes Cristianos o el conjunto arqueológico de Medina Azahara.

Además de explorar los puntos históricos más destacados, recorre sin prisas el puente romano y la popular Calleja de las Flores, y anímate a conocer algunos de los emblemáticos patios de la ciudad, como los del palacio de Viana. Al anochecer, empieza la ruta gastronómica por el tradicional barrio de la Judería, y no te vayas sin degustar los flamenquines ni el salmorejo, dos platos emblemáticos de la cocina cordobesa.