Costa del Maresme: las 10 mejores actividades de verano

El casco antiguo de Canet de Mar está compuesto por calles empedradas y preciosas casas con fachadas coloridas. Los amantes del arte se sentirán como en una burbuja en este municipio costero, en el que Casa Roura llama la atención al momento. Este fantástico edificio, con su espectacular torre de estilo fortaleza, es obra de Lluís Domènech i Montaner, quien tiene un museo dedicado en Canet.

Dicha casa museo es un perfecto ejemplo de la creatividad del arquitecto, que diseñó la fachada modernista, todas sus obras de arte y también el interior. Cerca de allí se encuentra Molí de la Timba, un antiguo molino y torre de vigilancia que merece la pena visitar, por no hablar de la playa local con sus majestuosas palmeras y el campo de fútbol municipal. ¿Aún te preguntas por qué Canet de Mar es uno de los mejores pueblos que pisar durante un verano en Costa del Maresme?

Illa Fantasia, en Vilassar de Dalt, dispone de más de 70 000 metros cuadrados salpicados de toboganes para toda la familia, piscinas, restaurantes y zonas de pícnic. Ya sabes que el sol del mediterráneo puede ser implacable, por eso, ¿qué mejor lugar para combatirlo que un parque acuático? Quienes no sepan lo que es el miedo pueden atreverse con el tobogán Bitour, con su caída empinada y sus increíbles giros; mientras que los más pequeños pueden divertirse en el tobogán Espiral de 10 metros o en los toboganes Aquamania.

En total, Illa Fantasia cuenta con tres grandes piscinas y 22 toboganes. Y, cuando quieras recargar las pilas, aprovecha el restaurante que encontrarás en las instalaciones, donde se sirven hamburguesas, pizzas y helados durante todo el día. Eso sí, si lo prefieres, también puedes traer tu propia comida para almorzar en la zona de pícnic.

Las raíces del Castell de Santa Florentina se remontan al siglo XI, cuando se construyó para defender la costa española de los ataques de los piratas. En la actualidad, esta imponente fortaleza está abierta para visitas turísticas, y son los lugareños quienes cuentan su historia. Tendrás la oportunidad de explorar grandes cámaras y salones, así como el patio que se esconde tras los muros de piedra.

El castillo está además repleto de decoraciones, muebles y vidrieras con infinidad de detalles, todo ello diseñado por el artista modernista local Lluís Domènech i Montaner. Algunas de las salas más destacadas son el Comedor real, la Habitación del rey y el Salón del trono. Y, como era de esperar, tienes visitas guiadas y también audioguías para saberlo todo sobre esta magnífica fortificación.

Platja de la Musclera, en Arenys de Mar, es una playa de lo más pintoresca rodeada de imponentes paredes de piedra y colinas que emergen directamente desde el mar. Se trata de una de las playas más populares donde veranear en Costa del Maresme. Algunos salientes rocosos albergan incluso playas en miniatura, ideales para una escapada de lo más privada. Si vienes en coche, también encontrarás un aparcamiento dedicado a los bañistas.

Las aguas de esta playa son muy tranquilas, lo que hace que sea perfecta para que los más pequeños chapoteen o para practicar surf de remo. Por si no fuera suficiente, hay varios chiringuitos donde podrás comprar bebidas, algo de picar y, para quien se haya despistado un poco, protección solar. Cierto, Costa del Maresme tiene más de 50 playas, pero Platja de la Musclera es especialmente encantadora: compruébalo con tus propios ojos.

Alella es un frondoso pueblo que se asoma al Mediterráneo y a la cordillera Litoral Catalana. Pero el paisaje no es el único tesoro del que presume, sino que también es un municipio famoso por sus bodegas y por la variedad de uva blanca regional denominada xarel-lo. Aprovecha la visita a la bodega ecológica y familiar de Alta Allea Mirgin para adentrarte en la cultura vitivinícola de este paraje. Tendrás la oportunidad de apuntarte a visitas guiadas, aprender sobre la cosecha y el proceso al que someten a las uvas, y, para aún más deleite, degustar algunos deliciosos vinos y cavas del lugar.

Bouquet d’ Alella es una pequeña bodega con viñedos abiertos al público donde disfrutar de excursiones y pícnics. Además, en Bouquet d’ Alella también se celebra un festival veraniego con conciertos al aire libre y deliciosos maridajes de vinos y comida.

Calella es uno de los destinos más populares de la Costa del Maresme durante el verano, y debe su fama a la mezcla de restaurantes locales, las encantadoras casas blancas que decoran sus calles y los edificios históricos que completan este tapiz. Parc Dalmau es una opción excelente para respirar aire fresco bajo sus enormes pinos. Y, si te apetece darte un baño, dirígete a la cala de Platja Gran. Otro reclamo que merece la pena son las ruinas de Torretes de Calella, alejadas del ajetreo de la ciudad: se trata de dos torres militares construidas en el año 1848.

Desde aquí, puedes divisar el litoral y el faro de Calella. Visita este último para ponerle la guinda a las vistas que estás descubriendo y para aprender sobre la historia marítima del que fue una vez un tradicional pueblo pesquero.

El macizo de la Ardenya-Cadiretes es una formación montañosa que forma parte de la cordillera Litoral Catalana. Esta reserva natural es el sueño de todo aventurero gracias a su red de caminos perfectos para el senderismo y la bici de montaña. Muchas de las rutas que desembocan en las ruinas de la ermita de Mare de Déu de Gràcia y en el encantador macizo de Cadiretes comienzan en el municipio costero de Tossa de Mar.

Puig de les Cadiretes es el pico más alto de esta montaña, a 519 metros sobre el nivel del mar. Durante el verano, en la zona del macizo de l'Ardenya puedes pasear y montar a caballo entre espléndidos bosques de robles y arbustos. Además, una parte de la famosa ruta GR-92 (en la que puedes caminar por toda la Costa Brava) también atraviesa esta sierra catalana.

Sant Martí de Montnegre, construido en el siglo XVII, forma parte del patrimonio cultural catalán. Comienza tu ascenso desde la urbanización de Font-Montnegre, desde donde subirás hasta llegar a los 467 metros sobre el nivel del mar para poder presenciar este monasterio y la serenidad que lo rodea. Lo que fue antaño una fortaleza y una abadía se ha convertido en la actualidad en una torre del reloj que hace de recordatorio de tiempos más prósperos.

En el interior descubrirás una capilla con brillantes arcos de piedra y muros medievales. Date un tiempo para admirar las vistas de los bosques de pinos y los picos de la lejana cordillera Litoral Catalana. Alrededor también encontrarás otras iglesias y capillas de piedra, como la de Sant Esteve d’Olzinelles y la de Santa Maria del Montnegre.

El Circuito de Barcelona-Cataluña de 4,6 km es el escenario de las carreras anuales de Fórmula 1 y MotoGP que atraen a multitudes. Tanto si te encantan los coches como si vas de turismo, puedes ver el circuito incluso cuando no haya carreras. Apúntate a una excursión para adentrarte en este ambiente de competición y visita el paddock, el podio, la sala de prensa e incluso la zona de boxes.

Además del recorrido, el circuito ofrece otras experiencias, como cursos de conducción avanzada, clases de conducción de coches carreras y cursos de drifting. Y, por si fuera poco, ¡también tendrás la oportunidad de dar vueltas al Circuit de Barcelona-Catalunya con tu propio coche o moto durante tandas en circuito!

Lloret de Mar es el paraíso de la fiesta en el litoral mediterráneo de Cataluña, y es uno de los mejores lugares donde disfrutar de la vida nocturna durante los veranos en Costa del Maresme. Esta localidad costera alberga cientos de restaurantes a lo largo de sus estrechas calles cercanas a la playa, donde puedes empezar la noche con unas cuantas tapas catalanas. Tras la puesta de sol, cuando las discotecas abren las puertas, Lloret de Mar se llena de vida. Algunos garitos, como Disco Tropics y Disco Londoner, se encuentran a lo largo de la avenida Just Marlés Vilarrodona, la calle principal donde la fiesta es la protagonista.

Si te llaman más los bares clandestinos que las discotecas abarrotadas, visita la coctelería Like Lounge o el Bar Bolera y pasa una noche más relajada. Sea el tipo de fiesta que sea, Lloret de Mar la tiene.