Los 10 mejores mercados de España

El Mercado de San Miguel en Madrid tiene más de 30 puestos en los que encontrarás pescado y marisco fresco, embutidos, vinos, cervezas, pasteles y chocolates. Ubicado junto a la plaza Mayor, abre todos los días desde las 10:00 hasta la medianoche (una hora más los viernes y sábados). Acércate a uno (o varios) de los bares de tapas que encontrarás en el mercado para probar las ostras frescas u otras delicias típicas de la gastronomía española, como las patatas bravas o las gambas al ajillo. Los hoteles en los alrededores del Mercado de San Miguel son algunos de los mejores que podrás encontrar en Madrid.

El Mercado Central de Valencia es un edificio de estilo art nouveau con más de 1000 puestos en los que se vende una amplia variedad de productos y delicias nacionales. Fundado en la primera década del siglo XX, el edificio cuenta con hermosas vidrieras, coloridos mosaicos y grandes cúpulas centrales con estructura de hierro. El edificio es de una gran belleza y el mercado sigue en funcionamiento. Los valencianos lo frecuentan para comprar productos frescos, como verduras, hortalizas, legumbres, fruta o carne, además de quesos y vinos. En torno al mercado hay excelentes restaurantes y bares para disfrutar de productos típicos, como el jamón ibérico, la paella, los churros y la sangría.

El mercado de la Alcaicería se extiende por las calles peatonales del centro de Granada, desde la plaza de Bib-Rambla hasta la catedral. Este antiguo centro de comercio de seda es actualmente un mercado al aire libre lleno de coloridos puestos en los que se venden principalmente telas, prendas de ropa, artesanía y accesorios de inspiración árabe. Aquí puedes encontrar una gran variedad de prendas y artículos étnicos, y dejarte seducir por el olor de las infusiones y las especias marroquíes, sobre todo al acercarte a la plaza de Bib-Rambla.

Explorar el Rastro de Madrid en su totalidad no es una tarea fácil, dado que este mercadillo cuenta con aproximadamente 3000 puestos. Hasta aquí se acerca una gran cantidad de gente cada domingo, de 09:00 a 15:00, en busca de todo tipo de tesoros, desde discos de vinilo, libros y relojes, hasta ropa de segunda mano, bolsos y bisutería. En torno al Rastro encontrarás agradables cafeterías y bares donde podrás disfrutar de un aperitivo a base de vermú y tapas al acabar tus compras.

El Mercado de La Boquería se fundó en 1217 y es uno de los mercados de productos alimentarios más antiguos y grandes de Barcelona. Aquí encontrarás más de 200 puestos en los que se venden productos frescos, como carne, fruta y verduras, delicatesen varias, quesos, hierbas aromáticas y especias. En la segunda planta hay un espacio donde se realizan diferentes cursos, eventos y talleres gastronómicos a lo largo del año. Si se te abre el apetito durante la visita, no dudes en acudir a cualquiera de los bares de tapas que rodean el Mercado de La Boquería. Debido a su céntrica ubicación en La Rambla, es frecuente ver por aquí a grupos de turistas buscando delicias con sello español. Gracias a su ubicación, los hoteles cercanos a La Boquería se han convetido en los más demandados por los turistas.

El mercado de abastos se fundó a finales del siglo XIX y es uno de los puntos de interés turístico más importantes de Santiago de Compostela. Este mercado cubierto está dividido en ocho naves e incluye más de 300 puestos, donde se venden especialidades locales, marisco fresco, repostería, quesos y embutidos. Al igual que en la mayor parte de los mercados de España, encontrarás gran cantidad de bares con excelentes vinos y tapas tanto dentro del mercado como en las calles cercanas. Aprovecha para comprar marisco fresco, como los famosos percebes, y pide que te los preparen directamente en el bar del mercado a un precio muy económico.

El mercado navideño de la plaza Mayor es el principal mercadillo de este tipo en Madrid desde el siglo XVII. Cada año, la plaza Mayor se engalana con bellas luces, música navideña y cientos de puestos en forma de pequeñas cabañas de madera. En ellos se venden principalmente juguetes e instrumentos musicales hechos a mano, muérdago y figuritas y abetos navideños. Los madrileños también aprovechan su visita a este mercado para comprar productos alimenticios, como pavos, pollos, turrones y dulces.

El mercado de la Ribera de Bilbao cubre un espacio comercial de 10 000 metros cuadrados y es uno de los mayores mercados de alimentos de gestión municipal de todo el mundo. Se encuentra en un edificio de estilo art déco junto al río Nervión y está a solo cinco minutos a pie del casco antiguo de la ciudad, la iglesia de San Antón y el museo Bilboko Euskal Museoa. En este mercado encontrarás aproximadamente 60 puestos que venden sus propios productos y bares de pintxos. Su restaurante principal, La Ribera Bilbao, sirve diferentes tapas y platos típicos de la gastronomía vasca, como las cocochas o los chipirones. Muchos visitantes suelen reservar, gracias a su excelente ubicación, un hotel cerca del mercado de la Ribera.

Como su nombre indica, el Mercado Central es el más importante de Alicante, cuenta con más de 200 puestos y tiendas con productos frescos variados, como marisco, carne y especialidades españolas. Este edificio de aire modernista data de 1911 y en él destacan su cúpula semiesférica y la impresionante escalera que queda flanqueada entre dos esculturas. Los mejores días para visitar el mercado son los viernes y los sábados por la mañana. Te sumergirás totalmente en la ajetreada atmósfera que se crea cuando los alicantinos vienen a hacer la compra.

La Feria de Santa Lucía se remonta a 1786 y sigue siendo uno de los mayores mercados navideños de Barcelona. Suele celebrarse desde la última semana de noviembre hasta el 24 de diciembre y, durante este tiempo, más de 200 puestos de madera ocupan la avenida de la Catedral. Hasta aquí se acercan los barceloneses para comprar las figuritas de sus belenes, árboles de Navidad y todo tipo de adornos de temática navideña. A lo largo del día, los villancicos, los espectáculos callejeros y las actividades familiares garantizan la diversión. Una tradición de la Nochebuena catalana es el "tió de Nadal", un tronco cubierto con una manta y decorado con una barretina, un gorro tradicional, que los niños golpean mientras cantan canciones típicas para que expulse los dulces que esconde en su interior.