Las 10 mejores cosas que hacer en Sevilla

Este palacio mudéjar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco es una obra de arte que no puede faltar en las visitas a la ciudad. Se construyó en el siglo VII, aunque se le añadieron elementos importantes a lo largo del tiempo. En la actualidad, es una de las residencias oficiales de la familia real española. Los techos artesonados, los arcos ornamentados y los magníficos jardines transmiten una sensación de opulencia que solo empaña un poco el bullicio de los visitantes. Puedes pasar horas haciendo cola para entrar, por lo que realmente vale la pena reservar con antelación una visita guiada.

La plaza de España es un bonito punto de referencia situado en el centro de Sevilla. Se construyó en el siglo XX para reflejar los diferentes estilos arquitectónicos de la ciudad y su tamaño es impresionante. Su centro está dominado por una fuente bordeada por un canal y todo el conjunto está rodeado de pabellones cubiertos. Si la plaza de España te resulta extrañamente familiar, probablemente sea porque ha aparecido en varias películas, incluida una de la saga de La guerra de las galaxias y Lawrence de Arabia. Muchos de los mejores hoteles de Sevilla se encuentran situados en los alrededores de la Plaza de España.

Tras la restauración completa que se realizó en 2010, los detalles lucen más bonitos que nunca, como los elaborados azulejos de cerámica y las farolas. En verano es el escenario de espectáculos en directo para todos los gustos.

Este enorme paraíso natural en pleno centro de Sevilla es perfecto para un agradable paseo. En el interior del parque de María Luisa también se hallan un acuario y el Museo de Artes y Costumbres Populares. Por todo el parque encontrarás esculturas y mosaicos, así como numerosos bancos a la sombra de los árboles. Muchos visitantes hacen escala para tomar una bebida refrescante en las cafeterías y los bares que flanquean el paseo principal del parque.

La catedral de Sevilla, construida en el siglo XVI, es el templo gótico más grande del mundo. Las imponentes bóvedas de su interior hacen que te sientas pequeño e insignificante. Aquí podrás admirar una abundante iconografía religiosa, incluidos unos impresionantes relieves que representan la vida de Jesús. Tras explorar la catedral, no dudes en subir al campanario para admirar unas vistas inigualables del casco antiguo.

El Metropol Parasol es un punto de referencia modernista de madera que llama la atención en el casco antiguo de Sevilla. Está diseñado como una enorme pérgola fungiforme, razón por la que se conoce popularmente como las Setas de Sevilla. Desde su cima se pueden contemplar las vistas típicas de la ciudad, sobre todo de noche. A pesar de que alcanza una altura de 30 metros, desde lo alto sentirás una intensa conexión con la ciudad. Bajo la estructura podrás visitar restos romanos y andalusíes descubiertos durante la construcción del Metropol Parasol, así como un pequeño mercado en el que se venden productos frescos. Toda esta zona, situada en el barrio de Regina, es ideal para ir a cenar, ya que cuenta con numerosos bares de tapas y restaurantes modernos, así como con una excelente oferta hotelera.

El barrio de Santa Cruz es la zona más pintoresca de Sevilla. Aquí encontrarás algunos de los edificios históricos más interesantes de la ciudad, como la catedral y el Alcázar. No te pierdas en especial la judería, con sus bonitos arcos y sus vistas excelentes del Alcázar. Entre las numerosas plazas públicas destaca sobre todo la de Don Elvira, especialmente tranquila y umbría en verano, perfumada con el aroma del azahar.

La torre del Oro fue en sus orígenes una fortaleza naval y torre de vigilancia, aunque en la actualidad es un fantástico mirador abierto al público. La entrada solo cuesta 3 € e incluye el acceso al pequeño museo de las dos primeras plantas, centrado en la historia marítima de la ciudad. Tras admirar las vistas, cruza el cercano puente de San Telmo para disfrutar de una deliciosa comida en la orilla de enfrente del río Guadalquivir, con la torre del Oro como telón de fondo. La ubicación de la Torre es ideal para reservar un hotel en sus alrededores.

Precio: 3 €

La intensidad y la pasión de un espectáculo de flamenco en directo no se olvidan fácilmente. Si quieres experimentar el taconeo y las palmas del auténtico flamenco, dirígete a la Casa de la Memoria. Esta sala de espectáculos se encuentra en el patio de un edificio antiguo decorado por todas partes con flores y plantas trepadoras. Asimismo, contiene un museo sobre la historia del flamenco. Tras el espectáculo, puedes disfrutar de una deliciosa cena tradicional en el restaurante de las instalaciones.

Entrada: 18 €

Esta zona de restauración con puestos elegantes e informales es un lugar atractivo junto al río donde podrás probar lo mejor de la gastronomía sevillana. Aquí encontrarás desde tapas, mariscos y embutidos de todo el país hasta fideos japoneses y pasta italiana. Elige lo que más te apetezca y dirígete a la zona de mesas para disfrutar de la comida con vistas al río. El mercado Lonja del Barranco es un espacio moderno y cuidado. Los fines de semana recibe una gran afluencia de visitantes.

Uno de nuestros lugares favoritos de Sevilla para cenar al aire libre es la alameda de Hércules. La atmósfera de esta zona es mucho más auténtica que en otros lugares más turísticos del casco antiguo. Esta amplia plaza pública está rodeada por todas partes por bares de tapas y pubs con terraza, lo que la convierte en un lugar que vale la pena explorar. No te pierdas el bar de tapas El Disparate, en el lado oeste de la plaza, donde podrás degustar unos platos deliciosos a base de pescado.