10 actividades poco turísticas en Barcelona

El Museo del Chocolate es un centro dedicado a este dulce donde podrás admirar una gran variedad de creaciones sorprendentes elaboradas con este ingrediente. Incluso se exponen réplicas de lugares de interés como la Sagrada Familia y la Casa Amatller, realizadas con una increíble minuciosidad.

La mayor parte de la colección incluye representaciones de edificios emblemáticos de Barcelona confeccionados a base de chocolate, aunque también encontrarás obras inspiradas en historias populares. El museo se halla muy cerca a pie del parque de la Ciudadela, en dirección oeste.

El mercado de los Encants es un mercadillo relativamente grande conocido por su variada oferta de productos, incluidas antigüedades. Aquí encontrarás de todo, desde bicicletas antiguas y productos de belleza hasta muebles, ropa y libros.

Cuando lo visites ten en cuenta que, para hacerte con las mejores ofertas, conviene llegar pronto. Sin embargo, a mediodía, algunos vendedores rebajan el precio de los artículos que no han vendido, por lo que también es buena idea pasarse otra vez a esa hora. El mercado se halla muy cerca de la estación de metro de Glòries, en dirección sudoeste.

Las rutas fantasmagóricas por Barcelona son una de las actividades que más divierten a los viajeros interesados en los detalles más terroríficos de la historia de la ciudad. Encontrarás varios recorridos diferentes, pero todos ellos ofrecen una visita inolvidable por algunos lugares de infausta memoria.

Algunas de estas rutas convierten la experiencia en un juego, en el que tú y tus amigos tendréis que trabajar juntos para relacionar una serie de pistas y descubrir si una leyenda urbana es cierta. Aunque se ofrecen recorridos fantasmagóricos por toda la ciudad, muchos de ellos se centran en el barrio Gótico.

El Museo del Hachís, la Marihuana y el Cáñamo es uno de los museos más atípicos de la ciudad y, como su nombre indica, está dedicado a la fascinante historia del cáñamo y sus variedades. Aquí podrás contemplar más de 9000 artefactos relacionados con estos productos, incluidas fotografías, vídeos, pinturas e incluso plantas.

Se trata de una de las colecciones más extensas del mundo de objetos relacionados con el cáñamo, por lo que necesitarás en torno a dos horas si te apetece verlo todo. El museo está situado en el barrio Gótico, a unos pasos al noroeste de la Plaça de l'Ictineo.

La Casa Vicens es una casa de estilo art nouveau obra del legendario arquitecto Antoni Gaudí, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Aunque inicialmente se concibió como una vivienda, en la actualidad funciona como museo dedicado al estilo arquitectónico del interior y del exterior del edificio.

Aunque la casa no suele incluirse como parada en los recorridos habituales por los lugares de interés más populares, seguramente te llamará la atención si pasas junto a su llamativa fachada, decorada con un ajedrezado de vivos colores. Se encuentra a pocos pasos al noroeste de la estación de metro de Fontana.

El parque del Laberinto de Horta es un lugar de interés con siglos de antigüedad que tiene mucho que ofrecer, incluidos jardines, espacios verdes y un intrincado laberinto de setos. Como puede deducirse por su nombre, el laberinto es su principal atractivo.

El parque está dividido en dos jardines: el neoclásico y el romántico. En el primero, podrás disfrutar de tres terrazas únicas. Se halla en la zona norte de Barcelona, en el distrito de Horta-Guinardó, y está muy bien comunicado.

El Palacio de la Música Catalana es un auditorio modernista legendario que, extrañamente, no suele incluirse en las visitas a los lugares de interés populares. Puedes realizar un recorrido por dentro para explorar todos los rincones de esta maravilla de la arquitectura, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Recuerda consultar la programación antes de visitarlo, ya que tal vez te interese asistir a una de las actuaciones musicales en directo que se ofrecen en la sala de conciertos. Se encuentra al este de la plaza de Cataluña y muy cerca a pie de la estación de metro de Urquinaona.

La basílica de Santa María del Pino suele quedar eclipsada por la catedral de Barcelona, pero tiene mucho que ofrecer en lo que a esplendor arquitectónico se refiere. La mayor parte del edificio data del siglo XV y luce un marcado estilo gótico.

Aunque gran parte de los elementos más antiguos han desaparecido con el paso del tiempo, la iglesia está muy bien conservada y se han realizado algunas obras de restauración necesarias. La basílica se encuentra a escasa distancia a pie al sudoeste de la catedral, no muy lejos de la estación de metro de Liceu, en el barrio Gótico.

El cementerio de Montjuïc es una importante necrópolis situada en la montaña del mismo nombre, donde encontrarás estatuas extrañas y estrambóticas, tan fascinantes como inquietantes. Muchas de las esculturas representan criaturas angelicales y otras, caricaturas de la muerte. Algunas de las tumbas también tienen un diseño modernista.

Si planeas visitar el cementerio, ten en cuenta que es muy grande y que puedes tardar en recorrerlo entero en torno a tres horas. Se halla en el lado este del barrio de la Marina del Prat Vermell, cerca de la costa.

La montaña del Tibidabo es uno de los mejores lugares de Barcelona para contemplar unas vistas impresionantes de la ciudad y los alrededores. Mide más de 500 metros de altura y es uno de los puntos más elevados de la zona, lo que permite admirar también unas buenas vistas del interior y de la costa.

Cuando llegues al Tibidabo, te sorprenderán las numerosas actividades que se pueden realizar, como visitar una iglesia histórica y el famoso parque de atracciones del mismo nombre. La montaña se alza a unos kilómetros al noroeste del centro de Barcelona, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi.