10 destinos españoles para todos los bolsillos

El Pirineo aragonés cuenta en su receta con una larga lista de ingredientes que nos hace muy difícil resumir todas sus posibilidades: montañas, glaciares, valles, ríos, barrancos… Los amantes de la naturaleza tienen aquí un destino obligatorio, que además de bonito, es barato. Sus enclaves son casi infinitos, como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, la comarca de La Jacetania o el pueblo de Lanuza. Eso sí, una de las opciones más recomendadas es descubrir esta bella zona a través de sus valles, como el de Pineta, el de Gistaín o el de Benasque. Este último da cobijo al mayor número de cimas de más de 3000 metros de altura de todo el Pirineo. ¿Qué, te hace una escaladita?

El Pirineo catalán está conformado por cientos de lagos, cascadas y cimas montañosas de lo más increíbles. Pero no solo destaca por su envidiada naturaleza, sino también por los pueblos que le dan vida y personalidad. A lo largo de sus 11 comarcas, se encuentran poblaciones como Camprodon, Llívia, Prullans, Taüll o Unha. Aventúrate en ellos para descubrir iglesias románticas, casas de piedra y calles estrechas, miradores de ensueño, y, cómo no, una gastronomía irresistible: coca con miel, butifarra, calçots, etc. Poco vas a echar de menos la ciudad cuando te pierdas por estos lares…

Seguro que al pensar en Gran Canaria te vienen a la mente imágenes del mar, la arena y tal vez algunas palmeras, algo así como un sinónimo de felicidad. Pero esta isla va mucho más allá, y lo demuestra incluso a la hora de ofrecer actividades gratuitas. Uno de los mejores ejemplos es el pueblo pesquero del Puerto de Mogán, también conocido como la Venecia de Canarias. Sus canales y calles emanan un aire idílico acompañado por un muelle en el que se mezclan las pequeñas barquitas con los yates más lujosos. Y, si te encuentras en la capital de la isla, la riqueza arquitectónica está servida. Recorre el barrio de Vegueta, el casco histórico donde se fundó la ciudad de las Palmas, y aprovecha para visitar la catedral o los museos gratuitos, como la Casa de Colón. Historia y belleza al alcance de tus manos.

Entre los mejores destinos españoles en los que no tendrás que dejarte un dineral para pasártelo en grande, se encuentra la ciudad andaluza de Cádiz. Más allá de la playa y los carnavales que le confieren una merecida reputación, esta capital de provincia cuenta con reclamos que embelesan a cualquiera. Puedes comenzar a explorarla a través de sus barrios, como el de la Viña, el de Santa María o el del Pópulo, en el casco histórico. Continúa tu visita por el característico Mercado de abastos, llega hasta la magnífica catedral de la ciudad y acaba el día con un hermoso atardecer en la playa de la Caleta. Comprobarás cómo la belleza característica de Andalucía rezuma por todos los rincones de esta preciosa ciudad.

Sevilla va mucho más allá de su Feria de Abril o su Semana Santa: es una ciudad repleta de encantos cuya visita es obligatoria, al menos una vez en la vida. La Catedral de Santa María de la Sede es la catedral gótica más grande del mundo, y desde ella podrás acceder a la Giralda, que fue durante siglos la torre más alta de España. Otros de los lugares emblemáticos de esta capital que no pueden faltar en tu lista son la plaza de España, en la que se rodó parte de una de las películas de la Guerra de las Galaxias, o el famoso puente de Triana, que atraviesa el Guadalquivir para unir la ciudad con el característico barrio sevillano. Anímate a visitarla en cualquier época del año, pero, eso sí, ¡ten cuidado con “la solana” en agosto!

Asturias, patria querida… y no es para menos. Las joyas que la conforman no son pocas, y todas son aptas para los bolsillos más ajustados. Desde la preciosa costa asturiana, pasando por el entorno rural y la belleza de sus pueblos, hasta rutas naturales por sus lares (como la ruta del Cares, por los Picos de Europa). Además, un reclamo internacional asturiano es el famoso descenso del río Sella, una prueba de casi 100 años de antigüedad a la que acuden piragüistas de todo el mundo. Y, compitas o no, cuando quieras descansar, te rogamos que pruebes la insigne fabada asturiana. Solo por catarla, ¡el viaje ya merece la pena!

Castilla y León es nada más y nada menos que la región del mundo con más enclaves declarados Patrimonio de la Humanidad. Ahí es nada, ¿eh? De entre todos ellos, tres son ciudades de renombre que, si aún no has visitado, no sabemos sinceramente a qué estás esperando. Son Ávila, Segovia y Salamanca. Si te nombramos la Plaza Mayor, el Acueducto y la Muralla, ¿sabrías relacionarlos con cada una de las ciudades? Seguro que sí, pero, tanto si has acertado como si no, es hora de que nos dejemos de juegos y planees de verdad una escapada a esta magnífica comunidad autónoma. Alerta de spoiler: te va a encantar.

Granada es belleza allá donde vas, mires donde mires. Una visita imprescindible es el Mirador de San Nicolás para disfrutar de increíbles vistas a uno de los tesoros arquitectónicos mejor conservados de nuestra geografía: La Alhambra. Muchos rincones preciosos te esperan y, además, uno de los mayores atractivos de la ciudad son las tapas que puedes elegir en un sinfín de bares junto con tu consumición (una caña bien tirada suele ser el acompañamiento perfecto). Y también hay otros planes para hacer sin gastar dinero, como por ejemplo visitar la Catedral, ira ver el Museo García Lorca un miércoles cuando la entrada es gratuita,  acercarse a el Bañuelo de Granada (unos espectaculares baños árabes) o la Casa del Chapiz, una increíble casa morisca con vistas de la Alhambra ne pleno barrio del Albaicín. No te aburrirás. 

Cantabria es uno de los destinos más populares del norte de España y, además, uno de los más asequibles. Su cantidad de espacios naturales y pueblecitos con encanta hacen que cualquier ruta y visita ya merezca le pena. Por ejemplo: visitar los Picos de Europa, cualquiera de sus playas surferas o  algún pueblecito pesquero como San Vicene de la Barquera. Incluso un paseo por el Palacio de la Magdalena en la capital, Santander, es una visita casi obligada si se pasa por Cantabria.

El mayor atractivo que podemos encontrar en la Costa del Sol es sin duda su buen tiempo en cualquier temporada. En verano hay mucha más afluencia de gente pero es la mejor época para el baño. Sin embargo, en cualquier mes se puede disfrutar de sus playas, chiringuitos, y paseos por la arena. Algunos ejemplos de lo que se puede hacer es: visitar al Balcón de Europa en Nerja, pasear por el Centro Histórico de Málaga, degustar unos típicos espetos en un chiringuito en la playa, visitar el precioso pueblo blanco de Frigiliana, o una ruta de senderismo por el Torcal de Antequera para los más deportistas.