La historia de Edimburgo es larga y macabra. Según los médiums y los cazafantasmas, la capital de Escocia es uno de los lugares con más presencias del mundo. Por eso, una manera divertida de conocer la ciudad (y, en ocasiones, espeluznante) es a través de los cuentos y las leyendas.

Te recomendamos realizar una visita guiada para descubrir las historias escocesas más terroríficas transmitidas de generación en generación. Lo cierto es que la mayoría están más cerca del mito que de la realidad, pero todas ellas sitúan la trama en la Royal Mile y el casco antiguo de Edimburgo. En una fría y oscura noche de invierno, estas leyendas te pondrán los pelos de punta.

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    Los fantasmas del castillo de Edimburgo

    Los fantasmas del castillo de Edimburgo
    • Poco común

    Los fríos muros de granito gris del castillo de Edimburgo se elevan imponentes sobre la ciudad desde la cima de la Royal Mile y esconden incontables historias de fantasmas. Según se dice, aún hoy se puede escuchar el débil e inquietante sonido del alma perdida de un gaitero que desapareció sin dejar rastro hace siglos.

    En las mazmorras podrás escuchar esta y otras leyendas, como la de un tamborilero sin cabeza y la de un grupo de prisioneros franceses capturados durante la guerra de los Siete Años a los que se ha visto deambular por las estancias y las inmediaciones del castillo. Otros sucesos inexplicables incluyen figuras vaporosas, la sensación de que te tiran de la ropa y descensos bruscos de temperatura. ¿Hay una explicación racional o quizá son señales de eventos paranormales? Puedes intentar descubrirlo alojándote en alguno de los hoteles cercanos al castillo

    Dirección: Castlehill, Edimburgo EH1 2NG (Reino Unido)

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    Greyfriars Bobby, el perro fantasma

    Greyfriars Bobby, el perro fantasma
    • Poco común

    Si escuchas el ladrido de un perro en el casco antiguo de Edimburgo, pero no ves al animal por ninguna parte, podría tratarse de Bobby, un Skye terrier fantasma que conocen bien todos los edimburgueses. El fiel can pasó 14 años guardando la tumba de su amo hasta el día de su propia muerte, en 1872, y se le enterró en el Cementerio Greyfriars, cerca de la persona que más quería. La gente asegura que aún lo escucha ladrar junto a su tumba.

    La pequeña estatua que se le dedicó a Greyfriars Bobby es un punto de referencia muy popular en la esquina de Candlemaker Row. Algunas personas afirman que trae buena suerte acariciar el hocico de Bobby, mientras que otros sostienen que no se trata más que de un bulo que han inventado los guías turísticos. Sea como sea, esta historia de lealtad canina es tan famosa que, incluso, se convirtió en película de Disney en los años sesenta.

    Dirección: Candlemaker Row, Edimburgo EH1 2QQ (Reino Unido)

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    Cientos de brujas quemadas en la hoguera

    Cientos de brujas quemadas en la hoguera
    • Historia
    • Poco común

    Al rey Jaime VI le preocupaba tanto la brujería que consiguió contagiar su histeria a toda la ciudad en el siglo XVII. En aquella época se acabó acusando de brujas y asesinando a ancianas con enfermedades mentales e incluso a mujeres que se atrevían a saber de ciencia.

    A muchas de ellas (los registros hablan de entre 300 y 500) se las arrastraba hasta el mercado de la Royal Mile y se las quemaba vivas. Afortunadamente, este terrible periodo de la historia británica terminó hace siglos, pero aún puedes visitar el lugar que se solía usar para acabar con la vida de estas pobres víctimas.

    Dirección: The Royal Mile, Edimburgo (Reino Unido)

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    El misterio de la ciudad subterránea

    El misterio de la ciudad subterránea
    • Poco común

    Debajo del casco antiguo de Edimburgo se extiende una red de pasajes subterráneos que antiguamente ocupaban los más pobres, los vagabundos y los ladrones y otros criminales. Estos túneles oscuros, fríos y húmedos no contaban con buena ventilación y eran muy desagradables.

    En la actualidad, puedes recorrer secciones de este laberinto en la zona de la Royal Mile. Los aficionados a las historias de fantasmas disfrutarán visitando a Abandoned Annie, el fantasma de una niña que, según se dice, te coge de la mano en la oscuridad. En la actualidad hay un altar improvisado en honor a la pequeña Annie con numerosas muñecas, juguetes e incluso el dinero que dejan los visitantes y que el Ayuntamiento dona cada año para ayudar a los niños enfermos.

    Dirección: The Real Mary King’s Close, The Royal Mile, Edimburgo (Reino Unido)

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    foto de Helen Simonsson (CC BY-SA 2.0) modificada

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    El cementerio más fantasmal de Escocia

    El cementerio más fantasmal de Escocia
    • Poco común

    El Cementerio Greyfriars hunde sus raíces en el siglo XVI. Se trata del lugar de descanso eterno de varios personajes infames, pero la historia más terrible es la del Sangriento MacKenzie, una especie de supervillano de antaño. Este aristócrata adinerado recibió la tarea de castigar a los numerosos prisioneros que se negaban a cambiar su religión. Según se dice, intervino en miles de muertes.

    Los lugareños creen que el fantasma del Sangriento MacKenzie vaga por el cementerio después de que un vagabundo se colara una noche y perturbara su descanso. Tan pronto como el desdichado sintecho colocó sus manos sobre la tumba del Sangriento MacKenzie, la tierra se abrió bajo sus pies y cayó en una tumba poco profunda que contenía los restos de las víctimas de la peste.

    Desde entonces se han sucedido en los alrededores muchos otros episodios extraños. Una mujer apareció inconsciente con heridas en el cuello, y muchos aseguran que el culpable fue el fantasma de MacKenzie, que sigue cometiendo sus fechorías después de muerto.

    Dirección: 26A Candlemaker Row, Edimburgo EH1 2QE (Reino Unido)

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    Ladrones con la oreja marcada en la plaza del mercado

    Ladrones con la oreja marcada en la plaza del mercado
    • Historia
    • Poco común

    Esta historia es una espeluznante lección para los amigos de lo ajeno. Las personas a las que se pillaba robando repetidamente en el antiguo mercado de Edimburgo acababan con la oreja clavada a un bloque de madera en el centro de este. Para liberarse del clavo, el ladrón debía pegar un tirón y rajarse la oreja, con lo que quedaría marcado para siempre como persona poco fiable. A este antiguo castigo se le conocía como "recorte" y parece ser el origen del término inglés "earmarked" u "oreja marcada", que define la acción de designar algo para un uso específico. En cualquier caso, dejaba una marca de por vida en los pobres ladronzuelos del mercado. Si quieres conocer más detalles sobre las leyendas truculentas de Edimburgo, te animamos a participar en un recorrido guiado por la Royal Mile.

    Dirección: Grassmarket, Edimburgo, Reino Unido

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Paul Smith | Viajero experto