Las 10 mejores playas de Alemania

Rügen es la isla más grande de Alemania y como tal está bordeada de excelentes playas. Lleva décadas siendo un popular destino turístico gracias a sus preciosas aguas color turquesa, sus acantilados blancos de roca cretácica, sus antiguos bosques de hayas y, por supuesto, sus preciosas playas de arena blanca. Recibe de media 1800 horas de sol al año, por lo que se trata de una de las partes más cálidas y soleadas de Alemania. De sus 60 kilómetros de costa en los que tumbarse a tomar el sol, la playa de Binz es uno de los lugares más populares en los que hacerlo. Además, el municipio en el que se encuentra esta playa rezuma un ambiente histórico encantador, con sus avenidas arboladas y edificios antiguos.

Entre las islas que salpican la costa noroeste de Alemania, la de Langeoog destaca del resto. En ella no se permite la entrada a coches, por lo que solo podrás desplazarte en bicicleta o carro de caballos, así como en una pequeña línea ferroviaria que une el puerto con la localidad principal. Se trata de un lugar muy pintoresco que cuenta con una larga playa de arena blanca que recorre la isla en toda su longitud y en la que no faltan las famosas sillas alemanas de playa conocidas como Strandkörbe.

Era inevitable, en algún momento teníamos que mencionar la famosa cultura nudista de Alemania. La playa de Lubmin, en la costa del Báltico, es muy representativa de la Freikörperkultur del país germano. Además, se trata de un arenal muy agradable, con un paisaje precioso que conforman los escarpados acantilados y los bosques de pinos en los alrededores. Aparte de no dejar ninguna parte del cuerpo sin broncear, en esta zona podrás disfrutar de una gran cantidad de actividades al aire libre, como el senderismo, la equitación o la pesca, así como de una oferta hotelera centrada en la ciudad de Greifswald.

Alemania no cuenta con muchos kilómetros de costa en comparación con otros países europeos, pero lo compensa con sus fantásticos y enormes lagos interiores. El lago Wannsee, el más grande de la zona de Berlín, es un lugar muy popular al que ir los fines de semana que hace calor. Además de ser un lugar estupendo para la navegación, cuenta con preciosas playas lacustres de arena blanca en las que podrás escapar por un día del bullicio de la ciudad sin tener que desplazarte demasiado. Y si quieres alejarte un poco del bullicio de la ciudad, en los alrededores del Wannsee podrás encontrar numerosos hoteles.

Las playas que rodean Lübeck pueden considerarse un secreto local: son muy populares entre los alemanes, pero tienen pocos turistas extranjeros. Sin embargo, no creas que por eso se trata de un lugar tranquilo. Este arenal de 6 kilómetros de largo tiene un ambiente muy animado, con su cancha de vóley-playa y su campo de fútbol playa en el club deportivo; además, en ella suelen celebrarse bastantes conciertos. En los alrededores tampoco faltan las atracciones de distinto tipo, por lo que es un destino estupendo si no aguantas mucho tiempo bajo el sol.

Westerland es como si fuera el equivalente alemán de Mónaco o Cannes: un lugar donde los ricos y famosos pasan sus vacaciones. Sylt es la isla más septentrional de Alemania y se la conoce como la “Reina del Mar del Norte” por sus casi 40 kilómetros de arenales vírgenes. Aunque la isla ofrece algo para todos los gustos, en Westerland se respira ese característico ambiente de lujo que es aún más especial porque va acompañado de los que quizá sean los mejores atardeceres del país.

La isla de Fehmarn, en el mar Báltico, es un lugar ideal para practicar kitesurf y windsurf. Naturalmente, esto quiere decir que no solo tiene solo esa ligera brisilla que sopla en muchos otros lugares de Alemania, pero, si lo que te interesa es aprovechar el aire desde lo alto de una ola, hay pocos lugares mejores. También es un sitio estupendo para el avistamiento de aves, debido a la gran cantidad de garcetas y cormoranes que se encuentran en la reserva de aves acuáticas de Wallnau, en la parte oeste de la isla.

No es algo por lo que se suela distinguir a una playa, pero las arenas de la isla báltica de Usedom son famosas porque “cantan”. Cuando el viento sopla de la manera adecuada, los finos granos chocan entre ellos y crean una especie de chirrido fantasmal. En su día, esta isla fue un lugar muy popular en el que los emperadores y monarcas alemanes pasaban los fines de semana, así que aún cuenta con ese refinado aire de lujo de otra época. El municipio de Ahlbeck, en particular, rezuma un ambiente germano muy particular gracias a su clásico muelle y su paseo marítimo, además de contar con numerosos lugares en los que degustar platos alemanes tradicionales y diferentes hoteles en los que alojarse.

La localidad de Sankt Peter-Ording es famosa por lo mismo que Scarborough en el Reino Unido: se trata de un municipio costero famoso por sus aguas sulfurosas. Las propiedades curativas de estas aguas son controvertidas, pero como aquí no faltan spas ni centros de bienestar; es un lugar estupendo al que hacer una escapada relajante. Además, no nos podemos olvidar de su enorme arenal, con olas gigantes que hacen de esta playa uno de los mejores lugares de Alemania para la práctica del surf.

La playa de Warnemünde queda muy cerca de la popular localidad de Rostock y es la más próxima a su terminal de cruceros, donde atracan muchos de estos barcos. Se trata de un destino estupendo al que ir en familia, ya que en los alrededores ofrece numerosas actividades y atracciones con las que es imposible aburrirse. Este suburbio de la conocida ciudad portuaria está lleno de hoteles, restaurantes y parques, y, ya que cuenta con un cercano puerto deportivo, podrás hacer una excursión en barco o incluso navegar por tu cuenta. Además, si vas con niños, es una playa muy segura porque desde la orilla hay que recorrer un tramo bastante largo para llegar a las aguas más profundas.