10 actividades para hacer en Colonia en un día

Pasear por el casco antiguo, en pleno corazón de Colonia, siempre es una experiencia interesante. No obstante, destaca indudablemente el barrio de Agnesviertel. La zona consigue combinar lo moderno con lo tradicional y los monumentos históricos con una atmósfera bohemia. No te pierdas los bares independientes, las galerías, los estudios de diseño y las librerías, junto a la puerta norte de la ciudad, el Fuerte X y la imponente iglesia de Santa Agnes.

Si te bajas en la estación de metro Ebertplatz, te encontrarás rodeado de atracciones en el mejor barrio tradicional o Veedel de Colonia. Tras un breve paseo a pie llegarás a las exposiciones de contenido político y el exótico mercadillo de Alte Feuerwache (que solo se celebra cada cuatro semanas durante los meses de verano), el paseo repleto de bares de la calle Neusser, los artísticos cines de la calle Lübecker y Evertplatz y las modernas cafeterías de Lapidarium. Muchos de estos establecimientos se encuentran dentro de coloridos edificios clásicos y en calles adoquinadas que convierten el casco antiguo un gran lugar para explorar. Escoge un hotel en el casco antiguo y acertarás con tu elección.

La catedral de Colonia es el monumento más visitado de Alemania, en parte debido a su popularidad entre los peregrinos cristianos. Desde 1164, el sitio alberga el relicario de los Tres Reyes Magos que viajaron de Oriente para entregar sus regalos al Niño Jesús. Es posible que la imponente catedral gótica se encuentre abarrotada por la cantidad de visitantes que recibe, pero ni aun así pierde un ápice de majestuosidad, tanto en su interior como en su exterior. Los alojamientos cercanos a la catedral suelen ser muy demandados por los visitantes a la ciudad.

Además del antiguo relicario de oro, no te pierdas las hermosas vidrieras del siglo XVI, las obras de arte del siglo X y el altar de mármol negro del siglo XIV. Por un módico precio podrás subir a la torre sur, aunque sus 509 peldaños requieren estar en buena forma física y llevar calzado cómodo. Tardarás aproximadamente una hora en llegar arriba, pero disfrutarás de unas vistas que merecen la pena.

El puente Hohenzollern es una estructura que impresiona por derecho propio, en lo que a su aspecto industrial se refiere. Por este puente de tres arcos consecutivos cruzan el Rin peatones y trenes a lo largo de casi 400 metros, entre la catedral y el moderno complejo de oficinas de KölnTriangle. Aunque se diferencia del resto de puentes de la ciudad en que ha sido invadido por los candados del amor, una moda que ha recorrido Europa.

Las parejas llegan al puente, colocan un candado con sus iniciales en el enrejado de la acera y arrojan la llave al río, por lo que resulta imposible volver a abrirlo sin la ayuda de herramientas pesadas. Se trata de una demostración de amor eterno que ha provocado varios derrumbamientos de puentes en Europa debido al aplastante peso de los candados. El puente Hohenzollern está construido con materiales resistentes y no muestras signos de ceder, a pesar de que el peso añadido de los candados se calcula en dos toneladas.

El imponente río Rin ha sido vital en Colonia durante siglos. Aunque el comercio fluvial ha disminuido considerablemente en la actualidad, todavía lo recorren barcos que permiten conocer el centro histórico de la ciudad y disfrutar al mismo tiempo de una experiencia fantástica. La ruta más habitual lleva hacia el sur por el puente Hohenzollern y pasa por la catedral de Colonia, el encantador casco antiguo y el reformado distrito portuario de Rheinauhafen, cuyos modernos edificios se han diseñado para asemejarse a antiguas grúas de carga. Para terminar, tras una hora de tranquilo paseo por el río, llegarás a la antigua comunidad pesquera de Rodenkirchen.

No se puede decir que el Museo del Chocolate de Colonia sea idéntico a la fábrica de chocolate de Willy Wonka... Pero tampoco distan demasiado. Este museo cuenta con la colaboración de Lindt & Sprüngli y se considera uno de los mejores museos del chocolate del mundo. Narra la historia de la amarga semilla del cacao y también describe su proceso de trasformación hasta convertirse en deliciosos bombones. También podrás ver el proceso en acción, ya que el museo cuenta con invernaderos donde crecen árboles de cacao y versiones reducidas de muchas de las máquinas que se usan para fabricar chocolate.

El plato más importante de la cocina local coloniense es justo lo que esperarías de una ciudad alemana: cerveza y pan. Concretamente, Kölsch, una cerveza rubia local, y halve Hahn, que a pesar de traducirse como "medio gallo", es un suave bollo de pan de centeno negro con una porción de queso gouda, generalmente acompañado de cebolla cortada y mostaza.

El mejor lugar para degustar este tentempié tan sencillo como contundente es el casco antiguo. Aquí encontrarás muchos bares tradicionales o Kneipen, y muchas de las cervecerías originales donde se fabrica esta pálida cerveza. Las cervecerías alemanas son famosas por su ambiente divertido y animado, y los bares del centro histórico de Colonia no son una excepción.

Una de las cosas por las que Colonia es especialmente conocida es... por eso mismo, la colonia. Eau de Cologne, para ser exactos: el famoso perfume inventado por Johann Maria Farina en el siglo XVIII. Si tú también eres una persona creativa, visita la emblemática tienda de 4711. Los sábados a las 14:30, puedes participar en un seminario de 90 minutos en esta perfumería histórica. Los expertos locales te enseñarán a mezclar el agua perfumada de la ciudad con otras esencias para crear tu propio perfume. Estas sesiones de cara al público solo se llevan a cabo en alemán, pero puedes reservar una sesión privada en inglés o francés.

También hay un museo dedicado a la icónica fragancia de la ciudad cerca del Rathaus, a unos 6 minutos a pie de 4711. Se ofrece una visita de 45 minutos de la fábrica de perfumes conservada más antigua del mundo.

Globetrotter es una conocida cadena de comercios distribuidos por toda Alemania, especializados en ropa y artículos para actividades en el exterior. No obstante, el punto de venta situado en el casco antiguo de Colonia destaca por sus insólitas instalaciones. A la hora de comprar una chaqueta nueva, ¿cómo sabes si has dado con la adecuada? Puedes probar si la prenda es verdaderamente impermeable en las duchas o comprobar su eficacia contra el frío en la cámara de frío. También puedes poner a prueba los kayaks en la piscina situada en la planta baja de este edificio de cuatro pisos

En la galería Globetrotter encontrarás la mayoría de las marcas líderes en equipamiento exterior y otras opciones más económicas. Su selección de productos es muy amplia, desde botas, chaquetas y mochilas hasta guías de viaje, bicicletas y equipamiento de escalada. Además, podrás comer en su pequeño restaurante y acudir a los eventos especiales que se realizan periódicamente, como talleres y charlas con oradores invitados. Por todo ello, es una visita obligatoria para quienes disfrutan de las actividades al aire libre.

Aunque la catedral constituye una excelente introducción al glorioso pasado de Colonia, el Centro de Documentación sobre el Nacionalsocialismo cuenta una historia mucho más sombría de la ciudad en una época más reciente. Este impersonal edificio en Appellhofplatz fue el cuartel general de la policía secreta de la Gestapo y muestra una exposición permanente sobre la ciudad de Colonia bajo el nacionalsocialismo.

En el subsuelo del museo se encuentra una de las prisiones y centros de interrogatorios mejor conservados de este brutal periodo de la historia alemana. Incluso podrás contemplar las cerca de 1800 inscripciones que los reclusos realizaron en las paredes de la prisión. En las plantas superiores se exhiben algunos ejemplos de los documentos que la Gestapo guardaba sobre los ciudadanos. También incluye una extensa biblioteca y una colección documental.

Si te apetece comprar recuerdos exclusivos y artículos de moda únicos, encontrarás lo que buscas en el barrio belga de Colonia. Todas las calles entre Aachener Straße y Friesenplatz, en la parte oriental del casco antiguo, reciben su nombre de regiones belgas en homenaje a la victoria alemana en la guerra franco-prusiana, entre los años 1870 y 1871. Estas calles están repletas de tiendas de moda, galerías, recintos de música en vivo y teatros de lo más moderno.

Se puede llegar a este barrio cómodamente porque las estaciones de metro Rudolfplatz y Friesenplatz están muy cerca. Tras las compras, puedes visitar la plaza de Bruselas, en pleno corazón de este distrito. Esta plaza rodea la encantadora iglesia de San Miguel, está flanqueada por bares y restaurantes, y es un popular punto de encuentro entre los jóvenes de la ciudad. Si quieres experimentar un lado diferente de Colonia, escoge tu hotel en el casco antiguo.