10 lugares épicos que debes visitar en Alemania

Rakotzbrücke es un puente de mampostería situado en el parque de la azalea y el rododendro Kromlau. Construido en el año 1860, está formado por un arco semicircular con irregulares agujas de piedra en ambos extremos. Al reflejarse sobre el agua en calma, el puente crea la ilusión de formar un círculo perfecto, por lo que es un lugar muy popular en las sesiones fotográficas de paisajes.

Con más de 80 hectáreas, también es un gran atractivo para los amantes de la naturaleza, ya que alberga los mayores jardines de rododendros del país y es ideal para pasear, ir de pícnic y disfrutar de otras actividades al aire libre. La entrada al parque y al puente es gratuita todo el año.

Externsteine es una serie de columnas de arenisca que sobresalen de Wiembecke, una laguna natural situada en el bosque de Teutoburgo. Es uno de los paisajes más impresionantes de Alemania y data de la Edad de Hielo, aunque se añadieron varias estructuras durante la Edad Media. Hoy en día se puede visitar una gruta, un sarcófago y un relieve que representa el descenso de Cristo de la cruz.

Los escarpados barrancos tienen una altura de entre 13 y 40 metros, y se alzan sobre el pintoresco fondo de los exuberantes bosques, los páramos y los lagos del valle del Wiembecke. Aquí suelen celebrarse encuentros privados y celebraciones paganas, especialmente en el solsticio de verano y en la noche de Walpurgis, también conocida como la noche de las brujas.

El lago Obersee es un fiordo cristalino ubicado en el parque nacional de Berchtesgaden, a unos 140 kilómetros al sureste de Múnich. Rodeado de bosques y montañas alpinas, sus aguas turquesa son tan transparentes que incluso podrás ver el fondo de rocas.

Puedes llegar a este lago en un trayecto en barco de una hora, para cruzar el lago Königsee hasta el embarcadero de Saletalm. Desde allí tendrás que hacer una ruta de senderismo por un camino arbolado que dura entre 30 minutos y una hora, que te llevará hasta el lago Obersee. El fiordo está abierto al público durante todo el año, aunque la mejor época para visitarlo es en verano, ya que el agua estará lo bastante cálida como para disfrutar de un buen chapuzón.

Basteibrücke, o el puente del bastión, es una construcción de la época medieval situada en el parque nacional de la Suiza Sajona. Con 76,5 metros de longitud, data de mediados del siglo XIX y lo conforman un conjunto de rocas irregulares de arenisca que se elevan sobre el río Elba.

Este puente tiene una altura de más de 182 metros y es un destacado mirador del parque. Desde aquí podrás disfrutar de las vistas panorámicas de las formaciones rocosas circundantes, el río Elba, la montaña Lilienstein y la fortaleza de Königstein.

La ruta romántica de Alemania abarca un total de 460 kilómetros desde Wurzburgo hasta Füssen y pasa por un sinfín de enclaves naturales y medievales distribuidos por toda la región meridional. Puedes comenzar el viaje en Múnich, Fráncfort o Núremberg. Dependiendo del número de paradas que quieras hacer, puedes dedicar de dos a siete días a explorar la ruta.

Algunos de los lugares más bonitos que encontrarás a lo largo de la ruta romántica son el castillo de Neuschwanstein, en Hohenschwangau, la ciudad medieval de Rotemburgo y la iglesia de peregrinación de Wies, en Steingaden.

El valle del Mosela alberga algunos de los lugares más impresionantes de toda Alemania, desde terrazas de viñedos hasta ondulantes colinas, pueblos medievales y castillos situados en la cima de montañas. La región recibe su nombre del río Mosela, de 545 kilómetros de longitud, que recorre las fronteras del suroeste de Alemania, el noreste de Francia y el este de Luxemburgo.

Planea un viaje romántico por este valle y descubre castillos de cuento como los de Cochem, Stolzenfels y Eltz. Además, Mosela es una próspera región productora de vino blanco, y Tréveris, una de las ciudades más antiguas de Alemania, está rodeada de viñedos que dan los famosos vinos de Mosela.

La garganta de Partnach atrae a los amantes del rafting por sus emocionantes aguas rápidas y las impresionantes cascadas de Garmisch-Partenkirchen, el centro turístico alpino de Baviera. La garganta tiene una profundidad de más de 80 metros y es accesible a través de una serie de rutas de senderismo, con vistas al río Partnach y a las cadenas montañosas alpinas que la rodean.

La mejor época para visitar la garganta de Partnach es en verano, sobre todo en los meses de julio y agosto. Recorrer a pie esta formación natural te hará creer que acabas de salir de una escena de Juego de tronos o El señor de los anillos. Si te gustan los retos, te recomendamos que te animes a continuar con otras nueve horas de ruta hasta el glaciar Zugspitze.

El parque nacional de Harz comprende 247 kilómetros cuadrados de bosques en las regiones alemanas de Baja Sajonia y Sajonia-Anhalt. Esta reserva natural es famosa por sus espectaculares rutas de senderismo y su fauna, que incluye linces, gatos monteses, ciervos y pájaros carpinteros.

Además, el parque tiene varias rutas adaptadas para practicar ciclismo de montaña: de hecho, Volksbank Arena Harz cuenta con 74 rutas que abarcan 2300 kilómetros en total. A lo largo del recorrido, hay 31 paradas donde se realizan carreras y se ofrecen servicios de mantenimiento, aparcamiento para las bicicletas y visitas guiadas.

La Selva Negra es mucho más que la cuna del clásico reloj de cuco y el escenario de muchos cuentos de hadas de los hermanos Grimm. Este macizo montañoso, al que los alemanes llaman Schwarzwald, es famoso por sus espectaculares lagos y las veredas que atraviesan los bosques de pinos.

Situadas en pleno centro de la Selva Negra se encuentran las cascadas de Triberg, muy famosas por ser las más altas del país. Para llegar a este fascinante paisaje tendrás que subir por una ruta de senderismo desde la estación de la ciudad de Triberg. El agua del río Gutach desciende por una caída de 163 metros a lo largo de todo el año. De hecho, ten cuidado si visitas las cascadas en invierno porque la plataforma de observación se congela y podrías resbalarte.

Zugspitze, la cumbre más alta de Alemania, reina entre los montes del Wetterstein con una impresionante altura de 2962 metros sobre el nivel del mar. Puedes llegar hasta la cima del Zugspitze de varias formas: escoge entre una de las cinco rutas de senderismo definidas, con una duración de entre ocho y diez horas en cada sentido, o monta si lo prefieres en los teleféricos Zugspitze y Gletscherbahn.

Gracias a su privilegiada ubicación, la cima ofrece vistas panorámicas de 400 cumbres cubiertas de nieve pertenecientes a Alemania, Austria, Italia y Suiza. El Zugspitze cuenta con una estación de esquí en la que también podrás descender en trineo durante la época invernal. También encontrarás un pueblo de iglús compuesto por 20 casas de nieve, un bar, una cocina y dos piscinas de hidromasaje.