En el entorno es de lo mejor, la habitación con vistas al mar merece la pena, perfecto para una estancia un par de días en La playas de las cabañas. Limpieza diaria y agua caliente en una ducha más o menos cómoda. Como inconveniente, claramente el acceso,desde donde te deja el taxi se ha de bajar a la playa y atravesarla andando. El desayuno que ofrecen es una vergüenza y por último y como en todos los hoteles de la zona la wifi no funciona en ningún momento. Llegamos a las seis de la tarde y no tenían la habitación preparada por lo que tuvimos que esperar, eso nos permitió negociar un check out a las dos de la tarde sin ningún problema.