Este hotel boutique es cómodo, muy bien ubicado: a pasos de la ciudad amurallada, pero sin su bullicio. Las habitaciones son muy amplias y agradables. Lo más importante, es la privacidad ya que son pocas habitaciones, lo mismo que la dedicación del equipo del hotel para apoyar en todas tus necesidades. Mejoraría: aseo del baño, no estaba sucio, pero no era impecable. Mayor variedad de canales de cable y un papelero en cada habitación.
La experiencia global increíble, sin duda volveré a hospedarme ahí si regreso. Mil gracias a Miguel, Alma y César, que hicieron que nuestra estadía fuera un agrado.