El edificio es una antigua casa familiar con seis habitaciones, preciosa y bien conservada (incluso se podría mejorar algún pequeño detalle). Ubicado en una zona muy tranquila y segura, a 15 minutos caminando de la Torre del Reloj. El desayuno muy bueno y variado.
Lo mejor de todo, si cabe, es su personal, muy amables y atentos en todo momento. Muchas gracias a todos, Angélica, Alina, César, Luis, a todos y en especial a Miguel