10 cosas que hacer en Estocolmo

La plaza Stortorget es el corazón del viejo Estocolmo. Los encantadores edificios del siglo XVII que rodean esta explanada adoquinada están pintados en sencillos tonos pastel. Decir que este pequeño espacio comercial ha visto más de una intriga es quedarse corto. De hecho, uno de los muros aún contiene una bala de cañón de la invasión danesa.

Elige tu cafetería favorita y pide un café o un chocolate con pasteles. Los suecos tienen un término para el hecho de disfrutar de dulces con una bebida caliente, fika, una actividad sacrosanta en todo el país, y es que se trata de una forma genial de cargar las baterías con nata y azúcar para un divertido día de turismo. Durante el mes de diciembre, un gigantesco mercadillo navideño ocupa la plaza Stortorget y las calles aledañas.

Los orígenes de la capital sueca residen en la evocadora isla de Gamla Stan, en la que los mercaderes y los monarcas ocupaban las calles medievales que rodeaban el Palacio Real. Recorre las callejuelas sinuosas que discurren junto a puntos de referencia como la catedral de San Nicolás, del siglo XIII, y el museo Nobel, que celebra los logros de los ganadores de estos famosos premios. Encontrarás los muelles repletos de restaurantes y, por la noche, los clubes de música atraen a los más fiesteros a las estrechas bocacalles.

Al oeste de Gamla Stan se encuentra la pequeña isla de Riddarholmen, con majestuosos palacios y casas aristocráticas. Las estructuras se han conservado tan bien que toda la zona parece un gigantesco decorado de cine.

Skansen es un museo de historia en vivo que describe cómo vivían antiguamente los suecos. Podrás recorrer granjas y tiendas de artesanía, comer platos tradicionales y acercarte a los animales. Construido sobre unos terrenos de más de 30 hectáreas, Skansen es una réplica a escala completa de una ciudad antigua. Si buscas algún recuerdo original de tus vacaciones en Estocolmo, aquí podrás comprar algunos de los objetos artesanales que se fabrican en el recinto.

A lo largo del año, Skansen celebra eventos de temporada como el solsticio de verano, la recolección y la Nochevieja según las tradiciones de antaño. Se trata de una forma fascinante de echar un vistazo al pasado del país.

La tradición escandinava de limpiarse y cargar las pilas en una sauna sigue muy viva en Estocolmo. Conocidos localmente como bastu, los baños típicos salpican toda la ciudad y puedes encontrarlos en centros de salud, hoteles y gimnasios. Para los visitantes, es más divertido acudir a una sauna tradicional en el casco antiguo, donde también abundan. Las encontrarás separadas por sexos, y es muy común bañarse desnudo, así que nuestra recomendación es que no lleves bañador: sentirás un poco de incomodidad al principio, pero pasa pronto. Algunos hoteles ofrecen masajes suecos después de la sesión de bastu. Date un capricho; tu cuerpo te lo agradecerá.

Los barcos son un medio de transporte muy común en Estocolmo, por lo que hay muchas rutas entre las que elegir. Una de las mejores es el ferri que va desde la terminal de ferries de Nybroviken y baja el Djurgårdsbrunnskanalen hasta el Palacio de Drottningholm, la residencia privada de la familia real sueca. Muchos cruceros incluyen la entrada al palacio en el precio del billete. Esta ruta en concreto tarda una hora en cada trayecto, pero, si no dispones de tanto tiempo, también hay cruceros más breves que recorren el puerto. Ten en cuenta que gran parte de las rutas solo se realizan entre abril y septiembre para evitar las inclemencias del invierno.

Drottninggatan es una de las mejores áreas comerciales de Estocolmo. Aquí encontrarás numerosas marcas internacionales de gama media y muchas tiendas locales como H&M y WeSC. Se trata de un lugar muy agradable para pasear en un día soleado, pero si visitas la capital sueca en invierno, también puedes acudir al centro comercial Åhléns City para seguir disfrutando de las compras a cobijo de la nieve. La zona es muy fácil de encontrar: la tienes justo al salir de la estación de metro T-Centralen.

El Museo Vasa toma su nombre de un imponente galeón que se hundió en el siglo XVII. El barco se rescató por fin tras más de tres siglos languideciendo en el lecho del mar Báltico y ahora se muestra orgulloso en este popular museo marítimo. El antiguo buque de guerra se ha restaurado de manera impecable, y su historia se relata con detalle en las audioguías del museo o en las visitas guiadas que se realizan en sueco o inglés. El museo está ubicado en la isla de Djurgården y, para llegar, te recomendamos coger el tranvía hasta la estación Central, que te deja directamente allí.

Situado en el extremo oeste de la isla de Södermalm, este mercado al aire libre es el mejor lugar para pasar los fines de semana estivales. Aquí podrás comprar de todo: ropa retro, joyería, obras de arte extravagantes y artículos para el hogar, y también encontrarás numerosas gastronetas en las que se preparan platos de distintas regiones del mundo. El ambiente es siempre relajado, y lo verás repleto de una combinación de estudiantes y familias. El mercado abre de abril a septiembre, y es muy fácil llegar a él: coge el metro hasta la estación Hornstull y camina hasta el muelle.

Trädgården es una gigantesca discoteca y espacio para fiestas al aire libre que combina la música de disyoqueis de fama mundial con divertidos juegos y una atmósfera muy relajada. La música aquí varía entre la electrónica y el funky house vocal, el drum & bass y otros géneros específicos, pero los asistentes mueven el esqueleto pongan lo que pongan.

Situada debajo de una autopista de la isla de Södermalm, esta discoteca cuenta con un ambiente de lo más relajado. Aquí las bebidas se sirven en vasos de plástico y lo mismo ves a alguien bailando que jugando a videojuegos o incluso al tenis de mesa bajo las luces de neón. El escenario al aire libre, rodeado de gigantescos arcos de hormigón, es el lugar al que hay que ir sí o sí en verano. En invierno, la diversión se traslada a cubierto. Para entrar a Trädgården es necesario haber cumplido los 21 años.

Los smörgås son uno de los elementos estrella de la gastronomía nacional sueca. Se trata de un bocadillo abierto con una gruesa rebanada de pan como base. Encima, combinaciones imaginativas de salsas, quesos, embutidos, pescados, verduras y encurtidos. ¿Nuestro favorito? El räksmörgås, un bocadillo de gambas que se sirve con mayonesa y huevo cocido. Encontrarás esta versión sueca del bocata en todo Estocolmo, y puedes pedirlo para llevar si planeas hacer un pícnic, por ejemplo.