9 cosas que hacer en pareja en Berlín

Pocas cosas son tan románticas como uno de los más impresionantes palacios de estilo rococó y barroco de Europa, ¿verdad? Y ningún sitio es mejor para decirle a tu media naranja que la quieres que los soberbios jardines del palacio de Charlottenburg. Solo tienes que coger el metro o la línea S-Bahn de tren hasta Jungfernheide para entrar en este mundo de imponentes vestíbulos y majestuosas estatuas.

Los grandes salones y salas de audiencia del interior del palacio son solo una parte del atractivo de este lugar, que se completa con la belleza de sus jardines. Recorre estos bellos espacios del siglo XVII y admira las esculturas neoclásicas de porte heroico para sacar el máximo provecho a esta visita y transportarte a la opulencia de otros tiempos.

Neu-Venedig, o nueva Venecia, es una preciosa zona en el extremo sureste de Berlín surcada por ramificaciones del Müggelsee y senderos arbolados. Para llegar puedes coger un tren S-Bahn hasta Wilhelmshagen.

Una vez allí, si quieres disfrutar al máximo el entorno, te recomendamos recorrerlo en bicicleta. Pasarás junto a pequeños arroyos de cuento mientras recorres bosques en los que se esconden antiguas casas de campo de personalidades destacadas de la Alemania Oriental. Detente para hacer un pícnic con los estanques, los lirios y los curiosos cisnes como telón de fondo.

Olvídate de las bratwurst y de la cerveza. Si quieres impresionar a tu pareja con una cita en Berlín, el listón está muy alto, al menos en el gran palacio de Charlottenburg, el edificio de estilo barroco más impresionante de la ciudad. Los paquetes nocturnos ofrecen una experiencia que combina la visita a las salas de audiencia del rey Federico II con una elegante cena que derrocha creatividad culinaria con sello alemán.

El comedor se encuentra en el hermoso edificio Große Orangerie, un antiguo invernadero de naranjos, y el ambiente se ameniza con melodías clásicas de Bach y Mozart interpretadas magistralmente por la orquesta palaciega de Berlín. Si lo deseas, también puedes solicitar un menú vegetariano.

Explorar el mercadillo de Mauerpark es uno de los pasatiempos clásicos favoritos para todo cazador de gangas de Berlín. Se celebra todos los domingos en Eberswalder y forma un mosaico desvencijado de puestos de ropa de segunda mano, loza y muebles retro, antiguos discos de vinilo y antigüedades extravagantes. Como parte de la diversión destaca la tradición de cantar karaoke en la zona de césped cercana. También hay una buena variedad de puestos de comida que sirven salchichas recién hechas y cerveza fría para recuperar fuerzas tras una jornada de compras y, quizás, para algún juerguista que se niega a dar por concluida la noche del sábado.

Muévete al ritmo del tango o del bolero en el salón de baile clásico Clärchens Ballhaus. Abierto en 1913, es uno de los puntos de referencia más importantes del mundo del espectáculo en la capital alemana. Además, cuenta con una ubicación privilegiada, pues está muy cerca de la parada de Oranienburger Straße, a la que llega tanto el tranvía como la línea de trenes S-Bahn. Del brazo de tu pareja de viaje os transformaréis en pareja de baile, aprenderéis a bailar el vals y el chachachá bajo la dirección de algunos de los mejores coreógrafos de Berlín. Pero no te preocupes si no eres muy hábil bailando, pues también puedes limitarte a visitar el salón de baile para ver su interior lleno de grandes espejos y su fantástica terraza.

Liquidrom es un singular spa y centro de bienestar que atrae a los visitantes que quieren conocer la filosofía nudista alemana o Freikörperkultur. Situado entre la estación Anhalter Bahnhof y el canal Landwehrkanal, esta atípica construcción en forma de ovni contiene espacios interesantes con rincones y recovecos donde puedes relajarte en privado mientras disfrutas de las aguas termales.

En este local no se permite usar ropa, lo que, unido al ambiente musical y a los efectos de luz, pretende conseguir que el visitante alcance una sensación de relajación e ingravidez.

Desde la reunificación de la capital de Alemania en 1990, la zona de Prenzlauer Berg es el centro de la vida nocturna berlinesa. Se extiende hacia el norte desde Rosa-Luxemburg-Platz, pasando por gran cantidad de bloques de viviendas de la era comunista y reliquias postindustriales.

Toda la zona se ha ido aburguesando con los años, y ahora es un lugar vibrante con clubes de música electrónica, bares de jazz con mucho estilo y cervecerías animadas. Si quieres seguir una buena ruta para encauzar la noche, te recomendamos comenzar en las bohemias coctelerías de Winsviertel y luego avanzar hacia el norte, donde te esperan muchos más locales para continuar la fiesta.

¿Quién ha dicho que debes mantener los pies en el suelo para descubrir Berlín? Subir en un globo aerostático cautivo te llevará a otro nivel para que disfrutes de unas vistas increíbles de esta gran ciudad de vibrante historia. Desde el aire podrás contemplar cómo se extiende ante ti toda la metrópolis como en ningún otro lugar.

Podrás ver los puntos más importantes de la urbe, como la puerta de Brandemburgo y el futurista Sony Center. Si te fijas, a lo lejos incluso se pueden divisar los grandes lagos y bosques de Müggelspree-Löcknitzer. Esta es una actividad para toda la familia y hay descuentos especiales para niños.