Primero, está propiedad no es un hotel jajaj y no hay una recepción como tal. El host es muy amable y platicador. La gente no exagera con los comentarios respecto a las escaleras, están de morirse, si traes equipaje pesado (que fue nuestro caso) la situación va a resultar una odisea (aunque las risas no faltarán). El cuarto es minúsculo, no había manera de caminar en la habitación. El baño está de risa, te puedes bañar, cagar y lavar los dientes al mismo tiempo de lo minúsculo que está jajaj. Lo bueno de esta propiedad es que queda muy cerca de los puntos turísticos, de la estación del tren y es una zona bastante tranquila.
Lo dejo a la consideración de cada quien:)