Los trabajadores son muy majos y atentos, pero el sitio es bastante mediocre.
El "desayuno" que ofrecen no tiene ni fiambre, solo pan (sin tostar, no hay tostadora), cereales y mermelada, ni siquiera hay leche vegetal.
La cama te la tienes que hacer tú y solo limpian 1 vez por estancia, así que no se entiende que la hora de llegada sea a las 14 y salida a las 10.
Encima las terrazas de las habitaciones estan llenas de hojas y en nuestro baño había 3 telarañas grandes.
No hay aire acondicionado, es un horno en verano y si abres las ventanas te comen los mosquitos. La luz del baño no se puede apagar ni entender, así que lo de "eco" no sé muy bien donde está. La ducha funciona con tramos de agua de 30 segundos, que hace que sea bastante difícil ducharse tranquilamente.
No lo recomiendo, la verdad, creo que por lo que nos costó (para nada barato) no vale la pena.