Un hotel sencillo pero con todas las comodidades, con un personal muy amable y simpático (atienden en francés, inglés y también saben español), barato y con posibilidad de desayuno por sólo 7 euros. Las camas son cómodas y cada habitación tiene un baño privado suficientemente espacioso y televisión por cable, además de una pequeña mesita. La iluminación es muy buena también. Además el hotel está situado cerca de Marsella, y se puede coger el tren en la estación de La Penne-sur-Huveaune hasta la estación de Marseille-St. Charles.