La habitación es muy pequeña pensé que estaba en el budget ibis, el servicio de desayuno goza de votos de pobreza Franciscano, baje a las 10:05 el desayuno era hasta las 11, y ya no quedaba pan integral, no quedaban tazas para servirse el café, no quedaba queso amarillo, y las cucharas todas olían a huevo, debido al mal proceso de higienización sin algún detergente con efecto enzimático, no volvería a quedarme ni pagaría 6500 por un desayuno que no lo vale