La ubicación es buena por el hecho de estar cerca de la estación y de buenos restaurantes, pero para los lugares turísticos se hace largo el camino (caminas mucho, eso sí), el personal es muy grosero, tienes que tocar el timbre cada vez que llegas y te responden como si te estuvieran haciendo un favor... no se puede llegar después de la 1am al menos que solicites para que te presten la llave (no solicite pero me pareció fatal), NO llega el internet al cuarto, tuve problemas con la luz que parpadeaba toda la noche y nadie hizo nada por mi aunque les haya dicho 2 veces (solo mirarme mal)... el cuarto está bastante limpio, sin embargo, la nevera tenía un olor fuerte a vinagre con una botella vieja de alguien anteriormente, por tanto, tenían mucho que no la limpiaban...no hay recepción, pero al llegar si te reciben y te explican un poco con un mapa.