Es el hotel más cercano a las ruinas de Tikal, el personal es muy atento y amable, sobre todo Julio, el gerente. Cuentan con una sala de juegos con billar y futbolito. El restaurante es muy completo y con precios accesibles. Después de las 11, desconectan la luz, lo que permite descansar mejor y disfrutar los sonidos de la selva, solo dejan activado un contacto para carga y el ventilador.