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El establecimiento es un ryokan venido a menos. Necesita una clara renovación y mantenimiento serio (saneamiento de humedades, pintura, renovación de baños comunes...)
No todo es negativo. El onsen está renovado y destaca muy positivamente su cocina. Tanto el desayuno como la cena fuero muy buenas, comida japonesa bien preparada y sabrosa. Y está bien ubicado (un poco oculto) cerca de los templos y santuarios principales.
Es una forma de experimentar la estancia en un ryokan a bajo coste (siendo consciente de que las instalaciones necesitan muchas actualizaciones) y con buena cocina.
Miguel
Viaje en pareja de 1 noche