Las habitaciones son grandes, pero huelen a humedad, necesitan una remodelación urgente, las puertas al cerrarlas quedaba un hueco abierto, el servicio de desayuno sin chilaquiles, huevo revuelto, frijoles, de guisado varía todos los días, pero si te quedas por muchos días es aburrido comer diario chilaquiles con huevo, el servicio es muy lento para rellenar, si se acaba la fruta ya no sacan más, algunas personas que estaban hospedadas ahí me comentaron que no estaban a gusto con el servicio del comedor, un día quise cenar ahí, llegue 9:25 y me dijeron que ya no había servicio y cuando volteo otro mesero estaba tomando la orden a una familia, cuando revise la hora de servicio decía que la cocina se cerraba hasta las 9:40. La verdad lo único que salva al hotel es el parque acuático y el servicio que dan ahí es bueno y la comida es rica.