Habíamos leído buenos comentarios sobre este hotel. pero al estar allá confirmamos todo. Alguien dijo en los comentarios que es una pequeña joya en Gante, y la verdad que tiene toda la razón. Nos gustó mucho todo: Ubicación, comodidad, y sobre todo la atención de las personas. Es un espacio con una maravillosa energía que te hace sentir especial desde que llegas hasta que sales. Y eso que nunca te vas a querer ir de Gante y de este hotel. Especiales los reconocimientos para Claudia (que te ayuda muy bien en un muy excelente español) y para Jeffrey. Personas muy muy cálidas y especiales. Recomiendo 100% este hotel, y creo que es un gran ejemplo a seguir en servicio y prestaciones por costo - beneficio.