Fuimos cuatro personas, dos adultos y dos niños (quince y trece años), la habitación minúscula e incómoda, no tiene minibar, enfriábamos el agua que bebíamos en el aire acondicionado. El desayuno malo, malo, malo, escasísimo y lleno de moscas revoloteando alrededor, por no decir la presencia de un perro por todas las instalaciones del hotel campando a sus anchas, y además olía. Las fotos de la pag. web no se corresponden con la realidad y si lo que buscas es tranquilidad no vayas un fiin de semana, es el punto neuralgico de toda la zona montándose unos jolgorios que parecen bodorrios.
Las pizzas buenas, no entran en la pensión del hotel.
El servicio de personal bastante malo excepto dos personas que si trataron de hacernos agradable la estancia.
Muy lejos de cualquier punto de interés, necesariamente llevar coche.