El Hotel es precioso, ubicado cerca del muelle donde llegan los barcos. Con una parte de playa prácticamente privada. Luego de un problema con la habitación, su dueña, Marita nos brindo una solución inmediata. Los cuartos son amplios y limpios. Un baño acorde a la habitación, limpio y amplio. El desayuno es excelente tipo buffet, con frutas, huevos, café, queso, granola. Si alguien quiere desconectarse del mundo diario, y vivir una experiencia única en un paraíso natural, este es el lugar. Esta ubicado a unos 5 minutos a pie de la plaza principal de Isabela, donde se contratan tours y pueden encontrar más opciones para comer. Mejoraría la señal WI-FI en las habitaciones y la rapidez en el servicio del restaurante.