Lo mejor, la ubicación. Lo único malo es que a La llegará quisieron darnos unas habitaciones nuevas pero que están enfrente del hotel A PIE DE CALLE, como si fuera un local, sin luz, con ruido y, sin duda, más inseguras. Me negué y rápidamente nos asignaron otra en la tercera planta, muy pequeña pero cómoda, suficiente para un fin de semana.
Buen desayuno y buena atención.