Bien situado para visitar lo fundamental en Roma.
En general, pasable para ir a dormir, aunque un poco caro respecto a lo que ofrecen (aunque en el centro de Roma es lo que hay por ese precio...).
No es un 4*, más bien una buena pensión.
Estaba bastante limpio.
Señora de recepción muy amable.
Lo más negativo:
- ascensor muy estrecho (80x60), si llevas muchas maletas harás varios viajes.
- desayuno sin novedades... tostadas con mantequilla y mermelada, o unos cereales y un cacho de queso(como en tu casa).
- las puertas son de baja calidad (cartón), se oye todo..., y por ejemplo, cuando llegan los vecinos de al lado te despiertan seguro.
- si las otras habitaciones usan simultáneamente la ducha, no tendrás agua para ducharte o lavarte. Tendrás que esperar.
- no aceptan pago con tarjeta. Sólo efectivo (black total).
- hay una habitación que da justo al cuartillo donde tienen la nevera y el mueble con el desayuno. No la cojáis, aunque es la más barata. Supongo que los que estén dentro sentirán cómo desayunan los demás. Cuando se abre la puerta el inquilino se encontrará a los otros inquilinos apiñados y zampando el desayuno como el camarote de los hermanos Marx. No exagero.
Para terminar, solo repetiría en caso de que la habitación doble superior costase unos 60 eur/noche aprox.