Hotel bonito, con buen buffet en desayuno y cena. Instalaciones muy correctas y personal siempre con una sonrisa en la boca. La habitación, para ser una suite, no fue realmente cómoda. La TV sólo se podía ver desde la mitad del sofa. Existía una cocina, de esas tipo panel dentro de un armario, que no servía absolutamente para nada (por no había sitio, y por que aunque quisieras cocinar no había ni menage, ni platos, ni nada). Mejor hubieran quitado la cocina y dado más espacio al sofá y a ver la TV, que quedaba detrás del armario de la cocina.
En el solarium del hotel faltaban hamacas para todos los huéspedes. No podías reservar hamaca, así que o te levantas a las 8am y te sientas en una, o te quedas sin hamaca todo el día.