El vecindario del hotel es tranquilo, y agradable, el aislamiento de ruido de las habitaciones bueno (pues ocasionalmente puede haber actividad en el vecindario), los balcones placenteros, el ambiente seguro, el personal muy servicial, la playa para caminar en invierno es inspiradora, hay todo tipo de servicios cerca, las habitaciones confortables, hay una afortunada combinación de modernidad y tradición que nos agradó y nos dejó con anhelos de volver a Mallorca, y a este hotel...