No es 4 estrellas y tampoco se acerca a un Resort. No hay tiendas cerca, ni adentro, no es nada cómodo para fumadores.
Es muy incómodo caminar su puente larguísimo para único restaurante (sin opciones de un buffet típico mayor a 3 estrellas, además en cualquier tiempo de comida sufres con el excedente de calor y tienes que estar espantando moscas, mosquitos, abejas y avispas), alberca de adultos (su coladera de la alberca huele a cloaca con papaya), sus 2 playas privadas están súper descuidadas y no se puede uno meter a nadar. Confunden lo ecológico con excusar ser cómodo, porque no lo es. Ejemplo: revisar habitación 432 en la tarde-noche y tiene un sendero de hormigas en luz del baño mismas que se meten en tu cama contigo de noche. La cortina del mismo cuarto está atorada y no puedes cerrarla. El supuesto wifi no sirve, validenlo desde la habitación o la alberca ustedes.
Lo peor es su servicio y atención del personal, en 3 horas que estuvimos en alberca jamás se acercó alguien a ofrecer nada, no se que quieren decir con “all inclusive”, le hablamos a 2 personas del hotel y nos ignoraron en ambas ocasiones.
El responsable (el contador) solo estaba tirando rostro en restaurante y peleando con sus empleados. El capitán de meseros (Capi Juan) justificando falta de insumos y personal.
Por todo lo anterior cambiamos reserva y afortunadamente pudimos estar en Secrets que nos dio todo lo contrario.