Hay varias cosas a destacar, pero lo que ha hecho mas molesta la estancia ha sido la plaga de mosquitos que hay en el hotel. Entiendo que la causa es la cercanía de la laguna, pero en ningún momento se informa al cliente.
La habitación tenía telarañas, y el polvo en las superficies era evidente. Al mover las camas apareció un matojo de pelos.
El personal del comedor no parecía muy profesional, estaban los veteranos, cuyo comportamiento era correcto, pero había un grupo de personal más joven que se veía perfectamente que estaban de charleta, incluso gesticulando y bailando.
La comida no era muy variada, en especial para los niños.
Lo mejor las animadoras, en especial Lety.
Aún así hemos disfrutado de la estancia, aunque no repetiré.