Sobre todo, una buena experiencia. Las habitaciones modernas y limpias (auqnue no se puede cambiar la temperatura del aire acondicionado, es todo o nada).
La comida era muy buena con nuevas opciones cada día. Los bares, más o menos. No tiene una buena selección como otros hotels todo-incluido.
Las albercas lindas pero pequeñas y entonces muy llenas. Encontrar un lugar no era fácil (simplimente no hay suficientes para la cantidad de huéspedes).
El problema más grande es la zona - es zona de antros y camiones con sus claxones de trailer. Los antros siguen hasta las 5:00 de la madrugada y el hotel requiere cristal más grueso para poder aislar el sonido (el hotel debe proveer tapones de oído, jaja).
Si fuera la mitad del precio, regresaríamos. Pero aunque tiene mucho pros, las contras de tener alberca chiquita, bares más o menos, y el ambiente de la calle muy ruidoso, no pensamos regresar.