Encontramos este hotel buscando buena calidad/precio y que no estuviese mal situado y la verdad es que no podemos estar más contentos. El personal es muy amable, especialmente el hombre que está por las noches. Y el desayuno que ofrecen tipo buffet está delicioso y lo preparan todas las mañanas. La habitación que escogimos es sencilla, una cama, una pequeña mesa, baño y un armario bastante decente para la ropa con mini nevera y caja fuerte. Te la limpian y ordenan todas las mañanas si así lo deseas. Está al lado de la magnífica mezquita de Suleiman, junto a la cual hay varios restaurantes donde comer bien por unas pocas liras. En el hotel también te dan indicaciones, te reservan taxis o su propio servicio de recogida y transporte o entradas para espectáculos y experiencias. En definitiva, una grandísima opción.