Me ha encantado mi estancia en este aparta-hotel.
Limpio, silencioso, con buen personal (sobre todo en el desayuno)...
El desayuno correcto.
El tener cocina nos permitió cenar en la habitación cuando volvíamos cansados de todo el día. Tiene microondas, lavavajillas, nevera grande, cocina de dos fuegos, tostadora, y cafetera.
Varias paradas de autobús cerca (una en la esquina) y una parada de metro a 5/10 minutos, aunque se puede llegar andando a casi todo.
Tiene un supermercado también a unos 10 minutos.
Si vuelvo a Chicago, repetiré hotel.