Edimburgo es una de esas pequeñas gemas en bruto que esperan ser descubiertas. A pesar de sus pequeñas dimensiones, posee un gran patrimonio, como su castillo, situado sobre una lengua volcánica, o el palacio de Holyroodhouse.
Pero parte de su carácter radica en su casco histórico, que preserva la estructura medieval y mantiene intactos numerosos callejones subterráneos que le aportan un atractivo halo de misterio. En agosto, la ciudad se transforma en un gran festival al aire libre; aunque también es una época perfecta para practicar senderismo, por ejemplo, subiendo al Arthur’s Seat.
Cosas curiosas y divertidas
En Edimburgo encontrarás todo tipo de experiencias para una jornada de compras, desde eclécticas calles repletas de boutiques independientes hasta zonas de lujo en las que comprar marcas de diseño. Vas a querer llevártelo todo: comida artesanal, obras de arte de artistas locales, buenos vinilos antiguos... Aquí es muy fácil encontrar el artículo perfecto para recordar tus vacaciones o para hacer...