8/10
El hotel tiene una ubicación ideal entre las estaciones de Monastiraki y Omonoia que conectan con dos de las tres líneas de metro. Las habitaciones son muy básicas pero cumplen su función, en la mía el único problema fue que la puerta del balcón no se cierra bien. El personal fue amable y me dieron buenas recomendaciones. Los baños se mantienen limpios y las regaderas son prácticas. Sugeriría lámparas individuales para cada cama y/o cortinas para tener un poco de privacidad, pero para el precio que pagas realmente no hay queja
Camila
Viaje de 4 noches